Sensaciones ambiguas quedaron del paso por la cancha de Lanús en la Copa Argentina. Un gran primer tiempo, un flojo segundo y la muy mala ejecución de penales lo dejaron afuera a Quilmes de un certamen en el que tenía la expectativa puesta de seguir avanzando. Pese a que comenzó ganando y siendo superior a Estudiantes, en el segundo se quedó sin aire, el DT decidió no oxigenar con cambios y los de La Plata llegaron al empate merecidamente y estuvieron cerca de ganarlo. En los penales, la figura fue Hilario Navarro.

Era una nueva prueba de fuego para este grupo esta instancia de la copa. Porque debía ratificar algunos de sus buenos momentos en la Era Sava y debía hacerlo ante un adversario bravo, igual o más agresivo desde su propuesta y que levantando lentamente desde la llegada de Gabriel Milito al banco de suplentes.

Lo mejor del primer tiempo, pese a que tardó en asentarse, se vio en los ratos previos y posteriores al golazo convertido por Canelo (remate desde treinta metros que se clavó en el ángulo). Con Braña todavía en cancha, limpiando la pelota, Pérez Godoy siendo conductor y prolijo en la salida y unos encaradores Droopy Gómez y, principalmente, Canelo, contó con las pocas situaciones de peligro que mostró el partido.

El Pincha debió esperar hasta el tramo final para encontrar más profundidad. Algo que consiguió por mérito propio, al adelantarse e ir a buscarlo y también porque el propio Cervecero, cansado y maniatado, decidió entregar terreno y pelota, sufriendo bastante, inclusive desde la ausencia de la Gata Fernández en el campo, que al igual que el Chapu en el primero, dejaron la cancha por lesión. Y como Sava no se decidió por algún cambio y apostar a cerrarlo o ir a liquidarlo, Estudiantes no le regaló esa duda. Lo igualó con una corajeada de Leo Jara, que Auzqui definió de forma correcta.

En los últimos minutos controló el trámite y hasta tuvo el triunfo en la última jugada, con un cabezazo de Uglessich. Después llegarían los penales y allí se erigiría Hilario Navarro como la gran figura de la noche. Tapó tres penales y no le dio opción a Quilmes de mantenerse en la copa. Más allá de eso y del golpe que significa quedarse afuera de la competencia, hay poco para criticar. El equipo sigue en plena etapa de reconstrucción y eso es lo importante de cara al futuro.