Foto: Gabriel Szkuhra

La leyenda mundial del skateboarding, el estadounidense Tony Hawk, volvió a visitar Buenos Aires con una demo de alto vuelo en el vertical montado espacialmente para la ocasión en los Bosques de Palermo. Pero no vino solo, junto a él estuvieron las también estrellas internacionales Kevin Staab, Andy McDonald, Elliot Sloan, Lizzie Armanto y Evan Doherty y cinco riders argentinos, incluyendo a los quilmeños Darío Mattarollo e Ignacio Cervantes. Nacho brilló en las alturas y fue felicitado por todos. No fue sorpresa, ya que es una de las grandes promesas argentinas en esta modalidad.

Dentro del skateboarding existen diferentes estilos con marcadas diferencias entre ellos. En esa variedad, el vertical es quizá el más espectacular, con rampas gigantes en las que los riders se elevan por los cielos para realizar sus pruebas. Es allí, y a pesar de que no existen instalaciones de este tipo en el país, donde Cervantes se siente a su gusto. Es su hábitat natural. Y lo demostró ante la multitud que se agolpó en Figueroa Alcorta y Dorrego para presenciar esta session histórica.

“Me acuerdo que le pedí permiso a Lizzie Armanto antes de dropear”, cuenta Nacho entre risas antes de detallar su línea: “primero hice Backside Air hacia la derecha, un Japan Air en el lugar con altura, después un Backside Mute Alley Up hacia la izquierda y terminé con un Backside Flip Indy en la cara de Tony, todo con mucha gente alentando. Pura euforia y felicidad”.

- ¿Con qué recuerdos te quedás de esta demo junto a uno de tus ídolos?

- Cuando nos dieron el OK para subir al vertical para andar sentía cierto grado de vergüenza de dropear. Cuando Hawk pasó al lado mío lo saludé, le conté de las ganas que tenía de compartir la session con él y me respondió que quería verme andar. Eso me dio una fuerza y un nivel de concentración que nunca había sentido, lo que me permitió demostrarle mi nivel arriba del skate. Todavía no puedo creer que me haya felicitado por la línea que logré. Sin dudas, lo podría describir como el mejor sábado de mi vida.