Quilmes dejó pasar la oportunidad de quedar, por primera vez, como único líder del campeonato. Y encima, lo hizo entregando puntos, quizás, ante al adversario más flojo de los que tuvo enfrente hasta el momento. Es cierto que, a diferencia de oportunidades anteriores, contó con más situaciones para poder definir, pero la eficacia no estuvo de su lado y finalmente no pudo escapar del cero ante un Estudiantes de San Luis que hizo su negocio con un hombre menos.

Está claro que el campeonato de la B Nacional nunca es sencillo y que cualquier adversario te puede complicar la vida, pero lo cierto es que al QAC le quedó la sensación de haber perdido dos puntos valiosos en esta jornada. Ante un adversario limitado y jugando como local, no pudo salir de un empate que le negó la chance de finalizar la fecha como líder (teniendo en cuenta la derrota de Brown de Adrogué).

Y eso que, a diferencia de los partidos anteriores, contó con más oportunidades de gol a su favor que su habitual promedio. Es que, una de las carencias más grandes que sigue mostrando este Quilmes está en la generación, pero esta vez falló en uno de sus puntos altos: la eficacia. Cadenazzi rematando desviado en un mano a mano, el arquero Lupardo tapando un remate de caneo abajo del arco, Ilarregui errándole al arco en dos ocasiones y hasta un balón de Romero que dio en el palo y después lo sacaron sobre la línea fueron algunas de las más claras…

Encima se encontró con un rival que tuvo un claro perfil de partenaire, que decidió apostar a fortalecerse defensivamente, sobre todo una vez que se quedó con un futbolista menos por la rápida expulsión (vio las dos tarjetas en apenas unos minutos de diferencia) del defensor Facundo Quiroga. Los puntanos casi que no patearon al arco pese a que, principalmente en la segunda parte, el Cervecero dio algunas ventajas defensivas.

La desesperación lo hizo volver más loco y equivocarse más seguido a un conjunto que cambió fichas recién en el último rato, pero que, aunque lo intentó hasta la jugada final (cabezazo de Alvarez desviado), no tuvo la suerte de su lado y, a diferencia de lo que vivió en otras ocasiones, se quedó con sabor a poco.

En medio de una semana complicada en lo institucional, seguramente el resultado futbolístico es lo menos importante. Pero teniendo en cuenta su ambición de ser protagonista, Quilmes sabe que se mantiene en deuda y que deberá continuar corrigiendo cosas para transformarse en ese conjunto fiable que permita creer en la lucha por el ascenso.