En un terreno que muchas veces le fue esquivo, sobre todo en compromisos claves, Argentino de Quilmes vivió una jornada rara, particular y que lo dejó ante la necesidad de un triunfo para continuar en la lucha por el ascenso. Perdió por la mínima ante Luján, que fue mejor, en un partido que tuvo varias demoras: por falta de ambulancia y por la lesión de Gustavo Escobar que obligó su traslado hasta el hospital. Cuando quedó con diez, Monzón prefirió cuidar la diferencia.

Fue un sábado raro para una de las llaves del Reducido que definirá a los dos que buscarán el segundo ascenso a la B Metropolitana. La falta de ambulancia terminó estirando la historia y también fue protagonista en el resto del juego. Se ve que Luján aprovechó mejor esa demora porque fue superior los primeros minutos y, apenas pasado el cuarto de hora inicial llegaría al gol que, a la postre, definiría el juego, a través de Gastón Sanchez.

Le costó reaccionar al conjunto del Moncho Monzón que, sobre el cierre de ese tramo inicial perdió a Gustavo Escobar por lesión. Justamente, el golpe sufrido por el mediocampista obligó su traslado a un hospital cercano y el descanso en el entretiempo se estiró más de lo habitual. La buena noticia es el estado estable y en recuperación del futbolista mate, después de ese golpe de cabeza.

Con ganas contenidas por salir a jugar el tramo definitorio, Argentino tuvo alguna clara en esos primeros minutos, pero la expulsión de José Montiel cuando apenas iban ocho minutos, lo que obligó a ser más previsor, al punto que el rato final fue pensando más en cuidarse de una diferencia negativa mayor que intentar buscar de forma desesperada un empate, del que lentamente se fue alejando por el nivel de juego.

La definición será el próximo miércoles, sabiendo que ya no cuenta con ventaja deportiva y si quiere acceder a la final, el Mate deberá ganar por dos goles de diferencia. Si lo hace por uno, habrá penales para buscar a uno de los finalistas del Reducido.

Foto: Luján en línea