La tristeza y la frustración son entendibles. Argentino de Quilmes estuvo demasiado cerca de lograr el objetivo por el que luchó fuertemente a lo largo de toda la temporada. Corrigió el camino justo a tiempo, generó una levantada increíble, les dio pelea a todos los equipos, terminó tercero, se metió en el Reducido, llegó hasta la final y allí, terminó perdiendo toda chance en los penales. Enfrente tuvo a un Jota Jota en su mejor momento y lo aprovechó para un ascenso histórico.

La barranca tuvo la el brillo de otras épocas en este mediodía de sábado. La posibilidad de regresar a la Primera B convocó a toda la familia mate. A los de siempre, a los que aparecen solo en las buenas y también a aquellos que pocas veces van a la cancha. Más vecinos que quisieron compartir este momento y entre todos, principalmente, le dieron calor y color a la jornada. Y mucho entusiasmo y expectativa.

A la hora del juego, la historia fue bastante paleada. Con un terreno que conspiró en contra del local en las últimas semanas, a los dos les costó ser protagonistas. Claro que, la obligación era de Argentino, que debía remontar la desventaja de un gol que se trajeron la semana pasada desde la cancha de San Miguel, en el cotejo de ida. Pero el que golpeó primero fue la visita: una contra bien manejada dentro del área obligó a cortar a las apuradas y esto derivó en un penal cobrado por el árbitro: el goleador Altamirano definió para poner la ventaja.

El lapso siguiente fue el peor de los dirigidos por Monzón en el partido. Desorientados por el golpe sufrido, recién lograron sobreponerse a los 32 minutos, cuando Marothi puso un gran pase de primera para la corrida en soledad de Walter Hermoso, que terminó definiendo de manera correcta ante la salida del arquero Diego Córdoba. El Mate se lo llevó por delante en ese tramo y tuvo un premio mayor: a los 45, Gabriel Tellas aprovechó una pelota después de varios rebotes y solo tuve que empujar a la red.

Quedaba por delante un segundo tiempo donde, un gol, cambiaba la ecuación de la historia. Argentino se mostró más atrevido que su rival y de haber acertado alguna de las claras que tuvo en el cuarto de hora inicial, la historia quizás hubiera sido otra. Primero Marothi definió mal y después, Tellas tuvo la chance de quedar mano a mano pero su remate salió débil y a colocar para que el arquero pueda despejar sin problemas.

Con el correr de los minutos se fue desdibujando su nivel, en medio de un encuentro que se fue enmarañando, donde los nervios, las dudas y los miedos de perder todo fueron ganándole a las buenas intenciones. Encima, Oberman se hizo expulsar (roja directa por insulto desmedido al juez) a poco del cierre y el Mate culminó apretado y tratando de sacar el balón de su campo.

Y llegaron los penales… una suerte de timba en la que poco importa el contexto y el trabajo realizado previamente. Y lo cierto es que, Jota Jota fue mucho más certero que Argentino a lo largo de toda la serie, al punto de imponerse con cierta comodidad.

Golpe duro de asimilar en la barranca, por lo luchado, por lo vivido y por la forma en que se resolvió todo. La sensación de haber perdido una gran oportunidad durará un tiempo más. Pero los aplausos para el plantel son el reflejo claro de haber entendido la entrega de un equipo que dio todo y, lamentablemente, se terminó ahogando en la orilla.