Luego de haber marcado en su última presentación un hito para el deporte argentino al convertirse en el primer extranjero y el peleador más joven de la historia en consagrarse campeón de la categoría Welter del profesionalismo japonés, Ricardo Jopo Bravo volvió a subirse al ring del mítico Korakuen Hall de Tokio y sumó una nueva victoria en la meca mundial del kickboxing. En combate sin título en juego, el quilmeño se impuso por puntos al monarca de la organización MA-Kickboxing, el local Caz Janjira, y estiró así su record invicto a 8-0 mientras aguarda rival para exponer oficialmente su flamante corona de la Shin Nihon Kickboxing Association.

Se trató de un gran duelo entre los dos mejores exponentes en la división de los 66,680 kilos del profesionalismo nipón. Una batalla cargada de emociones hasta el último segundo de la cual Bravo salió airoso para continuar haciendo historia en su incipiente y exitosa campaña rentada, incrementando así los impresionantes números de su planilla que lo ubican como un peleador de fuste de cara al futuro. Sumando este nuevo triunfo, el argentino ostenta un registro perfecto de 8-0, con el agregado del valor de haber ganado cuatro de esos combates por nocaut en el asalto inicial.

Jopo se encuentra desde febrero de 2017 viviendo en Tokio y entrenando exclusivamente en el histórico Ihara Dojo ante la estricta supervisión del maestro Kaicho Ihara, a la par de Rui y Mutsuki Ebata, The Champion Twins, dos de las estrellas más destacadas de la actualidad. “Ricardo fue seleccionado por Kaicho Shinichi Ihara (NdeR: presidente de la organización más antigua y prestigiosa de este deporte y fundador del gimnasio que lleva su nombre) por sus cualidades como peleador y para convertirlo en una figura internacional dentro del kickboxing japonés, el cual es el más importante del planeta”, explica Diego La Volpe, su entrenador en Argentina y máximo responsable de Ihara Dojo y WKBA para nuestro país y Sudamérica, respectivamente.

Siguiendo los pasos de sus compañeros Mauro Herrera -el primer argentino en combatir en el circuito rentado japonés- y de Nadia Bronn Balbis -la primera extranjera en disputar dicha liga-, la joven promesa Ricardo Bravo estuvo a la altura de las expectativas depositadas en él y, lejos de dormirse en sus laureles, apunta a continuar superando más y exigentes desafíos: “sin dudas que el título del mundo WKBA es una de mis siguientes metas, junto al del Rajadamnern, el cual es el mejor estadio de Tailandia, pero todo a su tiempo, ahora me queda seguir entrenando, volverme aún más fuerte, defender el cinturón y, de a poco, ir en busca de nuestros próximos objetivos”.