Parece que a Quilmes no le va a quedar otra que sufrir en la etapa más dramática del torneo, la del desenlace por ver quien sigue en la categoría. Al menos, si la postura es tan drástica como la que tomó para ir a enfrentar al líder del campeonato. Ante Sarmiento, uno de los mejores elencos de un certamen bastante mediocre, el Cervecero tomó una postura completamente defensiva para asegurar el punto que consiguió y que le permite tener una luz sobre Los Andes.

Después de primeros diez minutos que fueron un espejismo, donde se vio un poco más de tenencia de pelota y la vocación por apretar más arriba e intentar jugar en campo contrario, el trámite del partido cambió rotundamente para el QAC. Los de Junín comenzaron a ser dominadores más por obligación e incapacidad rival que le cedió todo el protagonismo.

Y de a poco Sarmiento comenzó a generar situaciones de gol y a hacer meritos para conseguir alguna diferencia. Leonardo Villalba fue el más incisivo, reventó el travesaño primero y definió al contra el primer palo después. En el medio de eso, Farré encontró libertades dentro del área pero levantó su remate y Nico Castro comenzó a edificar la gran figura del uno cervecero, Marcos Ledesma, al desviarle un tremendo disparo de media distancia.

Si la imagen de Quilmes era desesperante al cabo de la primera mitad, qué decir del segundo tiempo, donde agudizó aún más su postura de aguante permanente, casi sin poder lanzar una sola contra peligrosa. Apenas una escalada de Raúl Lozano por su andarivel que terminó en un cabezazo de Anselmo a las manos del arquero Vicentini. Mientras tanto, el local buscaba seguir inclinando la cancha…

Pero los cambios y su apuro le terminaron jugando una mala pasada a Sarmiento, que se fue desdibujando con el correr de los minutos. Claro que, Ledesma tuvo que intervenir en varias otras, la más clara de este rato, cuando Miracco lo obligó a desviar el balón hacia un costado en un tiro desde lejos. Con el equipo todo recluido, Anselmo se inventó él solito un disparo que lo hizo trabajar al arquero del líder.

Con sufrimiento y desesperación llegó el final del encuentro. Punto vital por lo matemático, ya que con este resultado evita caer en descenso directo. Punto vital en lo anímico, pensando en que sigue dependiendo de si mismo. El problema sigue siendo lo futbolístico, ahí sí que no parece tener solución. Por lo visto hasta ahora, en las fechas que restan luchará para rasguñar unidades y soñar con que eso le alcance para la salvación definitiva.