Hay que empezar por lo positivo para cambiar la mala tendencia que el equipo viene evidenciando en el arranque del torneo. Argentino de Quilmes sumó su primer punto este mediodía de domingo en el regreso a su estadio frente a un adversario directo en la lucha por permanecer en la categoría, J. J. Urquiza. Entre las limitaciones propias y un campo con mucha arena en plena tarea de recuperación, a los dirigidos por Monzón les costó aunque tuvieron sus chances.

Quizás, a la par de los hinchas desacostumbrados de los horarios tempranos que a veces muestra el ascenso, a los dos conjuntos les costó el arranque. Fue una primera etapa demasiado deslucida, con la pelota por alto, poca precisión e ideas. Empezó mejor la visita, que con un par de cabezazos obligó a trabajar fuerte a Adrián Leguizamón y terminó mejor el Mate, con la más clara en un remate que dio en el palo ante una salida dubitativa del arquero Esteban Ruiz Díaz.

Pero el entretiempo le hizo bien al Criollo, que mostró una actitud más ambiciosa para el tramo complementario. Por momentos se llevó por delante a Jota Jota con temperamento y actitud y además, tuvo algunas buenas combinaciones colectivas que hasta el momento no había mostrado en el campeonato.

Fue dominador de la etapa, aunque sobre el cierre un doble cabezazo en el área propia casi le da el triunfo al rival: la pelota dio en el palo, por suerte para los de Monzón, que también tendrían la suya antes del cierre y, tras un despeje corto de la defensa visitante, un remate de Matías Correa dio en el travesaño.

Poco más para destacar dentro de un encuentro de flojo nivel pero en el que Argentino mostró mejorías ante un rival directo. Buen síntoma teniendo en cuenta que hay varios que buscan sobrevivir en un certamen tan complicado.

Foto: Mate Eterno