Se terminó la doble excursión por el interior del país y el balance para Quilmes es positivo. Al menos, desde lo numérico. Es que, el conjunto dirigido por Leonardo Lemos sostuvo el invicto, logró conservar la valla en cero en cada cotejo y tuvo algunos chispazos dentro de la idea de juego del entrenador. Esta vez, con la necesidad de ganar, Rafaela fue un poco más profundo en el segundo tiempo y hasta tuvo un penal a favor que lo contuvo la figura de la cancha: Marcos Ledesma.

A diferencia del lunes pasado, el QAC sabía que esta vez se medía con un rival que se preparó para ser candidato y que, en medio de un mal arranque de torneo, llegaba a este cotejo con más obligaciones. Eso quizás haya hecho que el equipo levantara la vara y, aunque no tuvo una actuación completamente convincente, tuvo sus situaciones y, en los momentos más delicados volvió a tener en su arquero al as de espadas que necesitó para sostener el cero.

Otra vez volvió a intentar desde la tenencia de la pelota, con más capacidad para manejarla en el primer tiempo pero sin opciones en este ítem y demasiado retrasado en el segundo, lo que le dio mayor protagonismo y opciones a un elenco local que, sin lucirse, estuvo más cerca de ganarlo.

La cancha rápida producto de la lluvia durante la jornada y las dimensiones de la cancha fueron un combo difícil de digerir para ambos conjuntos en la etapa inicial. Fue por eso que Rafaela insistió casi de forma sistemática con los remates de media y larga distancia (NdeR: en total, no menos de ocho o nueve), que encontraron siempre bien parado al uno quilmeño. Mientras tanto, el Cervecero trató de hilvanar con prolijidad su juego y recién tuvo una realmente clara con un remate de Imbert desviado, cuando había quedado solo al borde del área.

Los cambios de fichas y posiciones pensados desde el banco local fueron un impulso distinto para la Crema en los segundos cuarenta y cinco minutos. A Quilmes ya le empezó a costar sostener el balón, no cortaba en la mitad del campo y terminada muy pegado a su arquero para defender y demasiado largo y con poca gente en ofensiva, a la hora de idear algún ataque.

Sin demasiadas ideas, pero con mayor movilidad y casi cuatro hombres de punta, Rafaela empezó a encontrar opciones. La más clara de todas, a partir de una falta clarísima dentro del área de Raúl Lozano, que se llevó puesto a Bonansea. Penal. La ejecución de Protti fue débil pero Ledesma hizo el resto, acertando la punta y arrojándose bien contra el palo para contener el remate.

Los cambios, sobre todo la aparición de Bruera, le dieron aire al QAC durante el último rato, al punto de terminar más cerca del gol que su rival. Pero nada se alteró y el juego finalizó sin emociones en los arcos.

Jugando tres partidos de cuatro como visitante, Quilmes sostuvo el invicto y la punta en la tabla de su grupo. En medio de la reconstrucción futbolística, un balance alentador, más allá de reconocer que en el debe todavía hay mucho por hacer.

Foto: Atletico Rafaela oficial