Demostrando condiciones, pero también conociendo sus limitaciones. Así va Quilmes en el torneo, sumando cada peldaño a partir de varios cero a cero. Pero que también es ir de uno a uno. Mientras construye una identidad y perfila cuáles son sus objetivos para esta temporada, el conjunto dirigido por Leo Lemos suma y mantiene el invicto. Ante Santamarina encontró mayor profundidad en el segundo tiempo y podría haberle ganado a un rival muy respetable.

Un primer tiempo donde tuvo una mayor tenencia del balón que su adversario, pero apenas lo pudo agredir en los últimos metros y un segundo en el que también hizo un mayor desgaste pero logró ser más profundo y contó con mejores chances para poder convertir. Con sus virtudes y carencias a cuestas, el QAC volvió a ser algo mejor que su rival y, de los dos, fue el que mereció más el triunfo.

Puntos altos en la circulación fueron Ramírez y Fede Alvarez, una salida constante por la derecha. Pero esta vez, el equipo se topó con la mala tarde de Leandro Gonzalez y Drocco, sumado a los altibajos permanentes de Altuna e Imbert. De cualquier manera, llevó el peso del partido y, cuando pudo cambiar de ritmo, logró transformar sus avances en situaciones de peligro.

Más adelantado en el tiempo complementario, por primera vez Lemos pateó el tablero y apuró un poco más los cambios, juntando dos delanteros y dándole nuevos transmisores de juego al equipo con algunos futbolistas que sumaron minutos. Con mayor oferta en el área ajena, Prost tuvo dos claras, una con remate y otra de cabeza; Zabala se animo a probar y pasó cerca, en alguna de las más claras.

Los de Tandil supieron leer esto y con espacios también generaron riesgo. La buena técnica de Michel, bien acompañada desde la mitad de la cancha y, la velocidad de Acevedo con espacios, le dieron una opción inmejorable que la visita no resolvió, con un centro atrás y un disparo que contuvo Marcos Ledesma sobre la línea.

El bajón de energía y claridad de los minutos finales hicieron que el desenlace sea, irremediablemente, el que se veía venir. Cuarto empate sin goles sobre siete fechas disputadas, todo un símbolo para marcar la campaña hasta el momento. El buen sostén defensivo y la poco solución individual y colectiva para tener mayor peso arriba, son la firma registrada de un equipo que sigue sumando, mientras termina de perfilar su realidad.

Foto: QAC oficial