El regreso a los entrenamientos les dio la tranquilidad que necesitaban los deportistas en carrera por estar presentes en los Juegos de Tokio. Y las primeras conclusiones, en algunos casos son positivas. Como le sucedió a Joaquín Gómez que, tres veces por semana está llevando a cabo sus trabajos en el CeNARD. Unos días después de su vuelta a la actividad, el lanzador de martillo quilmeño charló con DQ sobre su actualidad y su posibilidad olímpica.

“Ahora que pude volver, terminé de comprobar que estaba necesitando volver a lanzar. Estoy muy contento”, comenzó Gómez la charla con DQ Radio (FMQ 93.5).

- ¿Pudiste trabajar durante el aislamiento?

- Antes que comience la cuarentena me traje desde el Parque Dominico donde entreno, mi barra para hacer pesas y varios kilos, así que la parte física la pude llevar adelante sin problemas. Fueron tres meses de pretemporada, que me sirvieron para una puesta a punto.

- ¿Cuán fundamental es el trabajo físico dentro de tu disciplina? ¿Y qué perdiste durante esta parte al no poder utilizar el elemento?

- La verdad que siempre pensamos que lanzar es lo más importante, pero esto nos sirvió para darnos cuenta que, trabajando la parte física, me puedo mantener bien físicamente. Con apenas algunas sesiones desde que volví, lo estoy haciendo bastante bien, lanzo lejos y con buena técnica. Las pesas sirvieron para poder mantenerme en condiciones.

- Después de tres meses, ¿ya estás entrenando pensando en la marca o primero se busca recuperar la técnica del lanzamiento?

- La realidad es que primero habría que ponerse a punto, pero soy muy competitivo y desde un primer momento comencé a buscar la marca. Aunque el primer día me encontré bastante duro, ya en el segundo la cosa fue fluyendo, me sentí mejor y empecé a tener resultados muy parecidos a los de la previa al parate.

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- ¿Cómo te pegó la suspensión de los Juegos Olímpicos en tu búsqueda por llegar a Tokio?

- Bien, tengo un año más para entrenar. Un lanzador de martillo llega a sus mejores marcas entre los 26 y 28 años. Estaba en un buen momento este año, pero tengo tiempo y mucho por aprender y crecer.

- ¿Qué te falta para lograr la clasificación?

- Se puede clasificar de dos formas: por una marca mínima (77.5) y por el ranking, que es muy parecido al del tenis, con puntos en cada torneo y que se eliminan una vez que pasa un año. En este momento, estoy 31° entre los 32 que estarían ingresando. Igual, todo va variando y puede cambiar, por lo tanto no va a quedar otra que seguir compitiendo. La idea inicial es que haya certámenes desde diciembre hasta junio del año que viene.

- Igual estás muy cerca de la marca mínima, ¿es posible que puedas darla?

- Seguro, sobre todo ahora que tengo un año por delante. Es más, en uno de los últimos torneos que pude participar, estuve muy cerca de lograrla (NdeR: quedó cerca de los 76m). Solo me queda seguir entrenando, estoy cerca de mi etapa de explosión, así que tengo fe en poder lograrla.

- ¿Cuáles son los protocolos en esta vuelta a los entrenamientos?

- Principalmente no utilizar los baños y los vestuarios en el CeNARD. Está funcionando muy bien todo, somos muy pocos deportistas en los horarios que me toca ir, apenas me crucé con un chico de otro deporte. Después tenemos desinfectantes, pensando en el viaje, los peajes y cualquier contacto que podamos tener desde mi casa hasta Nuñez.