Más allá que los equipos comenzaron lentamente a entrenarse, después de tantos meses de parate, por falta de tiempo y calendario, la Unión de Rugby de Buenos Aires, en concordancia con todos los clubes, ha resuelto postergar todo tipo de competencia para el año que viene. DQ conversó con Facundo Salas, Head Coach del plantel superior del Don Bosco Rugby, que analizó este momento, repasó los meses en cuarentena y da su mirada sobre lo que viene por delante.

“Arrancamos a entrenar hace tres semanas y, en esta etapa, estamos corriendo por andariveles, separados en distintos grupos, cuidando el físico después de estar tanto tiempo sin actividad para estar en condiciones cuando llegue el momento de volver a la cancha”, comentó Salas en el comienzo de la entrevista en DQ Radio (FMQ 93.5).

- Me imagino que no los tomó por sorpresa este comunicado de la URBA…

- La verdad que no. Había una pequeña luz de esperanza, pero el tiempo fue corriendo y viendo como seguía el tema de la pandemia, era de esperar este desenlace. Es muy difícil poder equipar a todos los clubes, pensando en que estén a tono con muy poco tiempo de trabajo en campo. Por otro lado, lo importante ahora es la salud de los jugadores, por lo tanto hay que adaptarse a la realidad que nos toca y esperar por las próximas decisiones que se tomen.

- ¿Cómo viste al equipo después de tanto tiempo sin entrenar?

- Durante estos meses cumplimos con actividades virtuales y el grupo respondió de forma espectacular. Además, hicimos charlas, invitamos gente de afuera como jugadores de Los Pumas o del ambiente del rugby internacional para que nos den capacitaciones, entre otras tareas. Y ahora encontramos que los chicos están bien entrenados, dentro de la posibilidad que tenía cada uno para moverse en su casa.

- A partir de todo esto que nos describís, ¿cuánto tiempo necesitarían para volver a ponerse a punto?

- Es muy difícil saberlo, porque esto es diferente a cualquier otra situación. Imaginate que en el cierre de todo campeonato, los jugadores continúan entrenando para llegar en condiciones a la pretemporada. Esto ahora no pasó, por lo tanto, sería casi como el regreso después de una lesión. Por eso, vamos a tener reuniones todas las semanas con los profes y entrenadores del club, para ir diagramando los entrenamientos e iremos cambiando los objetivos en base al análisis que hagamos del momento del plantel.

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- Y hay un detalle más a tener en cuenta: el rugby es un deporte de extremo contacto y ahora trabajan bajo medidas sanitarias y de cuidado.

- Totalmente. Es un deporte en el que contacto es cotidiano y pasa continuamente. Todavía estamos en esa situación donde no forzamos demasiado a los chicos, pensando en que no se lastimen porque escuchamos un montón de historias de deportes que han vuelto y hubo un montón de lesiones. Por ahora, decidimos separarlos en dos grupos, uno trabaja martes y sábados y el otro, jueves y sábados. Obvio que cumplimos con todas las medidas sanitarias y cada uno sabe el andarivel que le toca para cumplir con las distancias necesarias.

- Vienen haciendo un trabajo que ya lleva un tiempo, ¿qué esperaban para este año?

- Habíamos encarado la pretemporada de la mejor manera, cumplimos un gran trabajo que cerramos con una gira que realizamos por Rosario y estábamos con todas las ganas para el debut oficial. La expectativa era la mejor, llegábamos muy bien, por lo tanto creemos que podíamos haber tenido un gran torneo.

- ¿Tienen en claro que, dentro de tantas posibilidades, está la de comenzar a jugar en pleno verano?

- En el análisis semanal que llevamos adelante, pensamos en todas las opciones. Inclusive que no haya vacaciones o que estas sean más cortas, preparándonos para competir en la fecha que nos digan. Obviamente que esto primero dependerá de una decisión que deben tomar las autoridades, tanto a nivel nacional como provincial.