Cada día más afianzado en la Categoría Juvenil -luego de haber roto todos los records en Menores-, Joaquín Gómez paso a paso deja de ser LA promesa del atletismo nacional para convertirse en una realidad. Actualmente de gira por Estados Unidos, donde ya ganó un Oro en la primera de las tres competencias que disputará, el lanzador de martillo quilmeño suma roce internacional de alto nivel de cara a sus próximos desafíos: los Juegos Olímpicos de la Juventud y el Mundial Juvenil. Antes de emprender el viaje, el representativo argentino ganador del Premio DQ 2012 en su especialidad, analizó su presente y futuro en diálogo con Deportes En Quilmes.

Gómez sin dudas arrancó con el pie derecho su puesta a punto en tierra estadounidense. En su debut se adjudicó el lanzamiento de martillo de su categoría con 71.96, fue en Walnut, California, en el marco de la 56º edición de los Mt. Sac Relays. La serie del quilmeño fue: 68.51, 71.42, nulo, 71.96, nulo y 71.31. Su agenda se completará el jueves en Chula Vista y el sábado en Tritón San Diego, todas competencias que le servirán para continuar ganando experiencia y como una excelente preparación para el Mundial Juvenil a desarrollarse entre el 22 y 27 de julio en la ciudad norteamericana de Eugene. A su regreso al país, disputará la copa Nacional de Juveniles en Santa Fe.

Este gran rendimiento mostrado por Joaquín no es sorpresa. Poseedor del record nacional, sudamericano y mejor marca mundial de lanzamiento de martillo (5 kgs.) de la categoría Menores, actualmente continúa su carrera deportiva con más éxitos en Juveniles (6 kgs.), mostrando una adaptación inmediata y en esta, su primer temporada en dicha división, ya se coronó Campeón Sudamericano en 2013 en Resistencia Chaco, con 73.05, continuando el último 30 de marzo en Santa Fe, donde rompió el record nacional con una distancia 74.017. De esta forma, Joaquín ha superado ampliamente la marca de clasificación para el Mundial de Juveniles, establecida en 67.50, y comienza a soñar en grande.

“Mi deseo era poder viajar a los Estados Unidos para participar de estos tres torneos y adquirir así roce internacional. La planificación del año está centrada en el Mundial y también apuntamos al Sudamericano Sub 23”, explica el recordman quilmeño.

- ¿Cuán importante creés que es que un atleta tenga la posibilidad de poder competir fuera del país?

- Sirve muchísimo para foguearme afuera y vivir de cerca lo que son las competencias a nivel internacional, codeándome seguramente con atletas que lancen más que yo. Por eso esta gira es una muy buena oportunidad para competir fuerte en otros países.

Cuando finalice esta serie de certámenes, Gómez -quien representa a Avellaneda- continuará con su preparación, como es habitual, en el vecino partido y, aunque las condiciones con las cuales cuenta para su tarea no son las mejores, mantiene el optimismo y el trabajo duro: “las instalaciones son bastante precarias. El sector de lanzamiento dijeron que iba a estar construido para el año pasado pero no llegaron con las obras ni con los plazos y la jaula y el aro todavía no están. Se hace bastante complicado porque tengo que ir a la zona de lanzamiento vieja y hay varios árboles en el área de caída del implemento. Estamos bastante complicados, pero uno tiene que adaptarse a lanzar donde puede”.

- Sin embargo, pareciera que las dificultades con las cuales lidiás en el Parque Santo Domingo también hubieran servido para fortalecerte…

- Es verdad, por ejemplo, cuando en 2012 se realizó el Sudamericano en Mendoza la pista no estaba terminada y tuvimos que entrenar en otro lado. La jaula era precaria y la zona de lanzamiento estaba llena de gente. Al estar acostumbrado a trabajar con ciertas dificultades pude relajarme y estar tranquilo. Bajo este punto de vista, está bueno lo que me pasa porque me adapto a distintas situaciones. Igualmente, sería importantísimo tener una zona de lanzamiento acorde y poder entrenar como se debe.

Joaquín viene de un entorno familiar signado por el atletismo. Su padre, Daniel, fue siete veces campeón sudamericano de martillo y no pudo ir a los Juegos Olímpicos de Moscú 80 por el boicot, a pesar de estar clasificado en lanzamiento de martillo y en levantamiento de pesas. Además, es su entrenador y responsable de la preparación de más de 60 jóvenes talentos en el Centro de Desarrollo Deportivo de Avellaneda, el cuál también es coordinado por su mamá, Analía Altamirano, con idéntico pasado como deportista -ex saltadora de 400m. con vallas- y actual entrenadora de velocidad y salto. Por último, su hermana Daniela, también es un referente de esta disciplina.

“No tengo dudas que llegará a ser un representante olímpico en el futuro”, asegura orgulloso Daniel y explica el porqué de esta confianza en su hijo y pupilo: "siempre le llamó la atención todo lo relacionado con el atletismo, a los nueve años comenzó a participar en los torneos organizados por CADAV, donde hubo que pedir permiso para que pudiera participar dada su corta edad. A los doce, comenzó a participar en los Torneos Juveniles Bonaerenses, lanzando jabalina y disco. Es un apasionado del lanzamiento del martillo y lo disfruta al máximo, quiere llegar muy lejos. Siempre está buscando superarse. Es un atleta metódico, disciplinado, competitivo y muy enfocado en lo que quiere ser, sorprende día a día con sus progresos”.