Más allá de situaciones previsibles, de realidades imaginadas antes que la pelota comience a rodar, la acumulación de derrotas no deja de ser dolorosa. Tal como se esperaba, un poderoso Boca consiguió una buena victoria en su cancha, el día del regreso de Carlos Tevez, impidiéndole a Quilmes la ilusión de conseguir un resultado inesperado por todos y que le hubiera permitido cortar esta mala racha con la que comenzó el segundo semestre. El equipo dio pelea en el primer tiempo y fue superado en el segundo. La continuidad del DT está en duda.

Con todas sus dificultades a cuestas, el Cervecero se presentó en La Bombonera, sabiendo que iba de partenaire en medio de una fiesta armada por el regreso de uno de los grandes ídolos a su casa futbolística, después de once años de ausencia. Mucho amor propio, dignidad y bastante corrección en la etapa inicial, dejaron una sensación más positiva. Pero el tramo complementario fue todo de un Boca, que podía haber ganado por una amplia diferencia.

En el momento en que mejor se había acomodado en el campo, apretando al adversario, teniendo más la pelota y forzando a través de centros cruzados o pelotas paradas, una jugada bien hilvanada alcanzó para que el Xeneize consiguiera la primera emoción de la tarde. Pase en profundidad para Palacios, que definió con el arquero encima y pese al cruce de Benítez, tomó el rebote y mandó el balón a la red.

De cualquier manera, hubo que esperar hasta la segunda mitad para ver lo mejor del puntero. Con sociedades más afianzadas, un Tevez más suelto y más adaptado a lo que le pedía su equipo, comenzó a acrecentar las diferencias frente a un Quilmes que dejaba espacios por los costados y permitió constantes desbordes de sus rivales.

Pero faltaba la frutillita del postre: Scifo regaló la pelota en ofensiva, obligando a una contra con más gente por el lado de Boca. El balón llegó a Calleri, que quiso devolverle la pelota a Tevez, pero el rebote le volvió a quedar a él y, al ver al arquero adelantado, terminó definiendo de rabona por sobre el arquero. Extasis total del publicó que completó el estadio.

Pese al panorama desalentador, el QAC llegó rápidamente al descuento con un centro del costado de Droopy Gómez, que Canelo de cabeza transformó en gol. Igualmente, le costó muchísimo volver a poner en aprietos al local y todo quedó en intenciones. Por el contrario, Benitez tapó un remate de media distancia de Tevez, que después pegó un remate en el travesaño, mismo lugar al que mandó el balón Cata Díaz, con una chilena en el área. Esas fueron las más claras de un equipo que justificó la superioridad en la última parte.

Esta nueva derrota acrecienta la decisión tomada en las últimas horas por la dirigencia cervecera y, da la sensación, que Falcioni tiene poca vida en el cargo. Entre la noche del sábado y la mañana del lunes se resolverá la historia. Lo que está claro es que, con continuidad o no del DT, este Quilmes deberá mejorar muchísimo si quiere levantar cabeza.