La vida parece haberle cambiado completamente a Quilmes. Inclusive en los partidos en los que no le toca jugar bien. No fue más que Olimpo, pero con ímpetu y ganas terminó sacando adelante un resultado importantísimo para continuar con la racha ganadora. En un terreno con agua, el viento que también hizo lo suyo y un adversario que lo incomodó en todo momento, pegó en el momento justo con Pérez Godoy y después se dedicó a conservar lo que se transformaría en el cuarto triunfo al hilo.

Se sabía que empezaba una parte del campeonato distinto para el Cervecero. Frente a rivales directos, que no le van a dar tantas ventajas, el equipo debía demostrar que estaba en condiciones de dar batalla. A diferencia de los cotejos anteriores, le faltó profundidad, careció de manejo, pero siempre mostró sanas intensiones de ir para adelante, mientras el rival lo dejó.

Los dos se fueron anulando durante la primera mitad, producto de incapacidades propias y las limitaciones climatológicas (agua y viento). Más allá de eso, Malrechauffe que fue titular esta vez, subió por el callejón derecho y le picó una pelota a Lucas Pérez Godoy. Uno de los mediocampistas centrales del equipo, aguantó bien la pelota y ante una salida apurada del arquero, colocó el balón contra un palo.

En la parte final, Olimpo movió las piezas y se adelantó en el campo. Lo obligó al QAC a revolear la pelota durante un gran rato, no pudiendo aprovechar el viento a favor para meter alguna contra de gol. Mientras tanto, Walter Benítez comenzó a erigirse como una de las figuras a tapar dos o tres situaciones claras de gol. Además, el conjunto de Sava también se solventaba en el despliegue de sus dos motorcitos: Braña y Romero.

Apenas unos remates por sobre el travesaño sirvieron para justificar la presencia ofensiva del equipo, que rápidamente se dio cuenta que debía asumir otro rol en este partido. Por eso, no se desesperó, corrió hasta el cierre, trató de no perder el orden en ningún momento y pudo cristalizar tanto esfuerzo en un nuevo triunfo.

A pesar de los merecimientos, este Quilmes sigue subiendo a partir de la buena brisa que trajo el cambio de cuerpo técnico. Inclusive sin jugar bien pudo mantener su poder de sumatoria y permitiendo que la alegría por el momento se extienda, como mínimo, por una semana más.

Foto: NPJQ