Un técnico exitoso para la vida de Quilmes como Gustavo Alfaro siempre dice que cuando un equipo viene en la mala, lo primero que tiene que hacer es evitar seguir perdiendo. Quizás, de esa teoría se agarró este caluroso martes por la tarde Alfredo Grelak para justificar el empate que su equipo consiguió en la cancha de Banfield. Siendo menos que su rival, Quilmes sacó la diferencia en el marcador pero, en el segundo tiempo apostó a cuidar el resultado. Al final fue empate y sumó su primer punto del torneo.

De antemano, la situación se le presentaba sumamente complicada al QAC. El arranque había sido flojo, muchas dudas en lo que podía mostrar a solo tres días de diferencia de la goleada que sufrió con Colón y encima, con un adversario fuerte del otro lado, que buscaba seguirse apoyando en una localía fuerte para avanzar en el campeonato.

El juego comenzó a puro ritmo. Y pese a que Banfield era el que manejaba más y un poco mejor la pelota, fue el Cervecero quien pegó primero: gran pisada y giro de Damián Arce para meterse en el área y tirar un buscapié que encontró a Matías Morales del otro lado. Los de Grelak mostraban condiciones, pero a partir de ese instante el local se le vino encima sin dudarlo. Una gran jugada de Alexis Soto (desnudando fallas en la marca) terminó en un penal que después Santiago Silva estrelló en el travesaño.

Uno yendo y el otro contraatacando, ese fue el panorama hasta el cierre de la primera parte. Pero la historia cambiaría en el complemento. Es que el DT cervecero decidió empezar a apostar por resguardarse un poco más y de ahí los ingresos de Imperiale y Bruno Mansilla en lugar de Arce y Rescaldani que debilitaron la delantera. En cambio, Banfield apostó a más y esa diferencia le traería buenos dividendos.

Claro que, antes del empate Benitez se revolcó en un par de oportunidades, de contra lo tuvo Elizari y hasta Navarro le cometió penal a Mansilla, cuando este quiso ir a buscar un rebote, tras un buen remate de Imperiale. Pero con más defensores y parado exclusivamente en su campo, Quilmes no supo más como controlar el balón y terminó pagando en un error defensivo: el ingresado Maximiliano Paredes nunca apareció para marcar a Silva y este definió bien de cabeza, tras buen pase de Ervitti.

Pese a la igualdad transitoria, la decisión estaba tomada: a defender el empate con unas y dientes. Y eso hizo el QAC durante el último cuarto de hora, sabiendo a lo que podía exponerse. Pero un conjunto local exhausto por tanto trajín y calor, le facilitó las cosas a partir de malas decisiones y poca resolución.

Fue un punto que por ahora suma y sirve para hacer borrón y cuenta nueva. De sus mejoramientos futbolísticos y los próximos resultados se sabrá cuan valioso terminó siendo este empate.