Si el fútbol se analizara fríamente solo desde los números, la jornada habrá sido por demás satisfactoria para Argentino de Quilmes. Porque volvió a ganar como local, donde sacó seis de seis, mantuvo el arco invicto y llegó a seis unidades en tres fechas del campeonato. Pero si entramos en los detalles, habrá que mencionar que Sportivo Barracas por varios momentos lo superó, lo hizo andar de revolcada a revolcada al arquero Adrián Leguizamón, hasta transformarlo en figura del partido.

Teniendo en cuenta que el rival llegaba de la Primera D, la presión era absoluta para el Mate. Los dirigidos por Gabriel Manzini debían recuperarse en casa de la derrota sobre la hora ante Laferrere y que mejor que enfrentar a un supuesto adversario inferior… Bueno, esto no fue tal. Barracas se mostró como un conjunto ofensivo que no se resignó a la derrota y que mostro aspectos técnicos interesantes desde lo individual.

Los de la Barranca fueron de mayor a menor. Lo más interesante se vio en el tramo inicial, pero siempre desde las construcciones individuales, por momentos con Arias a la cabeza, en otras menos con Tello o la aparición de alguno de sus delanteros. Justamente, en esta materia hay uno que vive un estupendo momento: Sergio Valenti sigue con su frialdad a la hora de definir. A los 29 minutos, tocó con sutileza contra un palo ante la salida del arquero Cáceres, para sacar una distancia que su equipo merecía por esos momentos.

Pero lentamente el Celeste se fue apagando, al punto de entregarle la pelota y el protagonismo a la visita. Y en el segundo tiempo principalmente (aunque en el primero ya había tenido algún cabezazo peligroso), fue quien hizo el gasto más importante. Manejando el balón y apoyándose en sus principales definidores, contó con las chances necesarias para poder alcanzar la igualdad. Kevin Juan disparó en varias oportunidades con criterio desde media distancia, agigantando la imagen de Leguizamón. El uno fue la figura de la cancha.

Con sufrimiento, Argentino se quedó con tres puntos que sirven a ayudan. En un arranque de campeonato, donde los equipos comienzan a acomodarse y mientras el Mate supera la caída de varios futbolistas lesionados, no está mal ganar y hacerse fuerte como local. Todavía da la sensación de no alcanzarle para ser candidato, pero tiene tiempo para corregir errores. Y si es con puntos en el bolsillo, mucho mejor.