Quedó el análisis abierto. Habrá que seguir observándolo a este Argentino de Quilmes y su nueva propuesta. Seguramente, en un terreno más acorde y no como el que mostró el de la Barranca, demasiado blando, con muchos bancos de arena y en el que costaba poder hacer pie. Recién ahí se podrá ver si la idea de Juan José Acuña termina siendo positiva para el equipo. En el debut y en un partido que fue de ida y vuelta, igualó con un complicado Sportivo Barracas.

Sin dudas, el certamen de la Primera C es uno de los más duros y parejos de las categorías de AFA. Eso lo demuestra la primera fecha, al menos en cuanto a paridad: de los diez primeros partidos del torneo, siete terminaron igualados y todavía cuesta divisar cuales pueden llegar a ser los candidatos al título en esta temporada.

Metido dentro de ese lote aparece el Mate. Con la idea de llevar la pelota a ras de piso y tratando de ser prolijo, el equipo apuesta a la polenta de Valenti y que este sea acompañado por varios referentes que lo rodeen de buena manera: la velocidad de Alejandro Monzón (el mejor del local), la gambeta y capacidad de desmarque de Sebastián Arias y el manejo de pelota de Cristian Tello como principales referentes. Esto recién se vio un poco más en la parte final.

Durante los primeros cuarenta y cinco, Barracas manejó mejor el balón y tuvo alguna clara (remate al travesaño), más allá que el Celeste también tuvo las suyas, pero más por situaciones individuales o jugadas de contra. Sobre el cierre llegó la diferencia para la visita por un blooper: pase largo que terminó en un choque entre Rojas y Adrián Leguizamón, después que el nigeriano Orode vaya a pelear por la pelota, esto fue aprovechado por Boaglio con el arco vacío.

Con una mejor rotación y mayor participación de todos sus hombres de punta, el Mate tuvo una mayor y mejor búsqueda del arco rival en el tramo complementario. Y a los 13 minutos ya tuvo su premio: Arias tomó un rebote, se perfiló dos veces y terminó clavando el balón contra el palo derecho del arquero Walter Cáceres. A esa altura, el empate era justo.

La última media hora los mostró a los dos sin resignarse y yendo por la victoria. Podría haber sido para cualquiera porque mientras Leguizamón tapó un doble remate en un tiro libre, Valenti definió flojo ante el golero rival y Monzón no la pudo picar cuando había quedado mano a mano, en las más claras.

Crédito abierto para un conjunto que tendrá que seguir siendo observado y que en un torneo que muestra mucha paridad, este Argentino parece no escaparle a la lógica.

Foto: Silvana Livigna