Extraño partido el que se dio en la Barranca. Argentino de Quilmes llegaba a su cancha después de la suspensión por lluvia del fin de semana, con la clara oportunidad de descontarle puntos al líder Sacachispas. Enfrente tenía a San Miguel que llegaba con y con una dupla interina en el banco y habiendo sumado un solo punto fuera de casa. Pero… los del Oeste pegaron de entrada y antes de los diez minutos ya habían sacado la diferencia de tres goles que definieron el encuentro.

Difícil y, casi que no tiene sentido, analizar un partido tan raro como el que se vivió este lunes por la tarde en el castigado césped de la Barranca. Se desnaturalizó rápidamente a partir de un Mate que, como casi nunca en el fútbol, pagó demasiado caro casi todos los errores que cometió.

Un mal cierre lo dejó a Emanuel González mano a mano y definiendo cruzado y abajo al minuto y medio. A los 6 minutos, el goleador Scarnato saltó más alto que todos y marcó de cabeza, tras un corner de la derecha. Pero la defensa del celeste no aprendió la lección y a los 9, otra vez Scarnato definió solo anticipando a todos en el primer palo. Faltaban ochenta minutos por delante, pero la sensación que flotaba en el ambiente era de historia consumada.

Argentino intentó reaccionar, pero perdió muchísimo tiempo, ante un adversario que ya estaba cómodo y decidió defender el triunfo de a ratos con tenencia de pelota, pero la mayor parte del tiempo, cerrando líneas y abroquelándose en su propio campo. El mejor momento del local fueron los últimos minutos de la etapa inicial, donde en una ráfaga de situaciones lo hizo revolcar al arquero Carballo, que hasta ese momento casi que no había participado del juego.

En la parte complementaria, San Miguel cedió la iniciativa pero lo del Mate fue todo a los ponchazos, sin ideas, más por inercia y ganas que futbol. Así se fue apagando cada vez con el correr de los minutos y la incapacidad de no encontrarle la vuelta al rival y a una tarde en la que parece haberse levantado con el pie equivocado.

Perdió una buena oportunidad, pero no es cuestión de dramatizar por demás. Fue una mala tarde pero el objetivo para Argentino de Quilmes no debe cambiar. La campaña sigue mostrando números positivos y será cuestión de continuar sumando, calladito, por abajo, casi sin llamar la atención como hasta ahora. Todo lo que llegue a partir de eso, será un privilegio. En el camino, deberá demostrar que tiene armas para conseguirlo.