El mal momento vivido durante la primera ronda parece haber empezado a quedar atrás. Argentina se instaló en Brest para empezar la despedida del Mundial y en el comienzo de la lucha por el puesto 17, la selección tuvo una producción irregular, especialmente en ofensiva, ante Arabia Saudita. Sin embargo, ganó 24-22 y este lunes jugará con Polonia en busca del consuelo de la Copa Presidente. Estuvieron presentes los quilmeños Leo Querín y Seba Dechamps.

En un estadio repleto, raro por la instancia que se estaba jugando, Los Gladiadores estuvieron muy erráticos. Durante los 30 minutos iniciales tuvieron una baja efectividad y vivieron una sequía goleadora que duró alrededor de diez minutos. Muchas veces perdieron definiciones en solitario frente al arquero rival, algo que se vio seguido en Francia 2017. De todos modos, el equipo conducido por Eduardo Gallardo se fue al descanso 10-8 arriba.

Para la segunda parte, la selección nacional pareció que rápidamente terminaría de romper el partido. Llegó a estar seis goles arriba y la cuestión parecía definida, pero no lo supo cerrar. Arabia Saudita llegó a ponerse a una sola anotación de distancia (22-23). Federico Pizarro, goleador con 6 tantos, en los segundos finales convirtió el gol del triunfo argentino.

De este modo, Argentina, al igual que en España 2013, cuando cayó con Argelia, volverá a jugar por la Copa Presidente, trofeo que se pone en disputa entre aquellos equipos que no ingresaron a los Octavos de final. El rival será Polonia, que se impuso 28-26 sobre Túnez. El partido se disputa este lunes a partir de las 16 horas de nuestro país.