En la previa al juego se hablaba de la necesidad de los tres puntos. Por el difícil momento futbolístico que atravesaba el equipo, se sabía que tenía una parada complicada en la tarde del miércoles en la Barranca. Es que, en un partido que había quedado pendiente, Argentino de Quilmes enfrentaba a Defensores Unidos, escolta del casi campeón Sacachispas. Pero los dirigidos por Acuña comenzaron ganando casi del vestuario y después, olvidándose las formas, defendieron el triunfo con uñas y dientes.

Más allá de cualquier especulación que se podía hacer antes que la pelota comenzara a moverse, el partido tuvo detalles que fueron alterando cualquier análisis. Primero y principal: el Mate comenzó ganando casi desde el vestuario. Apenas habían pasado 45 segundos cuando, después de una buena construcción rápida en ofensiva, Brian Duarte (una de las figuras de la cancha por su despliegue) terminó apareciendo sobre la banda derecha y clavó el balón al segundo palo, tras una muy buena definición a colocar.

Y encima, en ese arranque a Argentino le salieron todas porque iban apenas 6 minutos y, después de un centro de Alcibiade (jugó como lateral derecho), Sebastián Arias empalmó la pelota de primera y la puso contra el segundo palo. Dos goles de diferencia y la tranquilidad absoluta ante un adversario desconcentrado, que no entendía la situación y le costó volver al partido.

Es más, los dirigidos por Juan José Acuña podrían haber sacado más diferencia durante ese rato porque Valenti se sacó de encima a su marcador adentro del área pero definió pifiándole a la pelota. Otro flojo partido del goleador del equipo, que sigue sumando partidos sin convertir. Sobre el cierre de la etapa inicial, el CADU tuvo sus primeras opciones, demostrando al menos que no estaba entregado en una tarde tan complicada.

Por eso no extraño que la visita se haya ido con todo para adelante en el complemento. El Mate ya apostó a un estilo distinto, menos agresivo, más conservador y con la apuesta a alguna contra salvadora. Que llegó a partir de la presión alta de Fernando Barrios en una salida por abajo del rival. Recuperó la pelota y la cedió para un Gaeto que, más gentil aún, cedió para que Arias convirtiera su segundo gol de la tarde. Iban 10 minutos y parecía que la historia estaba prácticamente definida…

Pero nadie contaba con que, cuatro minutos más tarde, Santiago Sandoval marcara un tremendo golazo al clavar el balón en el ángulo con un remate de veinticinco metros. Eso envalentonó a Defensores que tiró toda la carne al asador, ante un Argentino que reculó demasiado, asumiendo una postura completamente defensiva para el último tramo del juego. Inclusive, los quince finales los jugó sin un solo delantero.

Y la pasó bastante mal, porque se jugó casi todo el tiempo en las inmediaciones de su área. Claro que, pese a intentarlo una y otra vez, el segundo descuento recién llegó en el minuto noventa, gracias a la definición de Gastón Parodi, uno de los delanteros que entró en el complemento. Y cuando se jugaba el descuento, en medio de rebotes varios, un balón dio en la base del palo, evitando lo que hubiera sido heroico para el visitante.

Costó muchísimo, cometió errores, pero también hubo signos positivos y un resultado por demás gravitante. Argentino tenía que ganar y ganó. Le quedan cuatro fechas más para confirmar que tiene con qué para dar pelea en el Reducido.