El partido se desvirtuó a los ocho minutos. La exagerada expulsión de Diego Alcibíade en una falta merecedora de amarilla, terminó perjudicando toda la planificación que Argentino de Quilmes había hecho para este encuentro. Más allá del error del árbitro Jorge Broggi, que luego seguiría equivocándose toda la tarde para los dos lados, los dirigidos por Acuña hicieron un buen partido ante Cañuelas y podrían haber sumado. La derrota compromete su escalada en la tabla.

Malestar general da este resultado para el Mate. Obviamente que la derrota no gusta, porque el equipo venía en levantada en cuanto a resultados. Pero principalmente por las formas en que se dio esta caída, con detalles que escapan a cualquier circunstancia natural y porque, encima, el equipo tuvo un mejor papel que en varias de las caídas anteriores en calidad de visitante.

Es que, al quedarse con diez cuando apenas se llevaban disputados 8 minutos de juego, impiden poder hacer una evaluación normal de la actuación general de un Argentino que busca terminar de asegurarse su clasificación al Torneo Reducido por el segundo ascenso. Es cierto que quedó muy cerca, pero también es necesario llegar en las mejores condiciones posibles.

Lo insólito fue que esa expulsión también desorientó un poco al local, que tuvo que esperar hasta el segundo tiempo para mostrarse más audaz y poder sacar la primer diferencia en el tanteador. A los 16 minutos, fue Horacio Martínez quien trajo tranquilidad para el dueño de casa y las obligaciones para la visita. Claro que el juez siguió haciendo de las suyas y velozmente compensó su error del arranque y unos minutos más tarde, Emanuel Trejo se iría a las duchas también al ver la roja.

El entrenador celeste (expulsado durante el primer tiempo) decidió echar toda la carne al asador y puso a todos los delanteros que tenía en el banco con tal de sumar un punto importante. Pero no hubo caso, se expuso demasiado y en la última jugada del encuentro, el Rojiblanco llegaría al segundo tanto, a través de la conversión de Sergio Acosta.

De esta manera, el Mate acumuló su tercera caída consecutiva jugando como visitante y el cuarto partido sin poder convertir en dicha condición. Un llamado de atención importante pensando en que el equipo tendrá que ir a definir sus posibilidades de ascenso jugando fuera de casa. Claro, esta vez hubo atenuantes extras, que desvirtúan todo análisis posible.