Estaba claro que la racha de triunfos no iba a ser para siempre. En algún momento se cortaría ese andar tan redondito y prolijo que Argentino de Quilmes venía sosteniendo en las últimas fechas. Y el corte se dio este domingo en su estadio. Frente a un Laferrere con estreno de entrenador, que lo incomodó y le cortó circuitos, los dirigidos por Monzón no pudieron salir del cero. Pese a un flojo partido con la pelota, casi lo gana en el final en una jugada increíble.

No habrá que reprocharse demasiado. Un mal partido lo puede tener cualquiera y más este Mate que venía en plena levantada y no paraba de crecer en el campeonato. Pero frente a Lafe, el equipo de la barranca sufrió todo: el calor, un partido cortado y sin ritmo, la postura rival de no dejarlo jugar y la propia incapacidad para no saber cómo resolver situaciones favorables.

En un encuentro con escasas situaciones de peligro, Argentino tuvo las más claras, curiosamente, al principio y al final. De entrada nomás, un centro al área terminó con un doble cabezazo, el segundo de Tellas, que el arquero Tauber evitó que fuera gol al arrojarse contra su palo. Y después de un largo rato de tedio, lucha y algunos golpes de más (Fioretto vio la roja por una patada descalificadora, cuando no faltaba nada), y tras un corner, se produjo un flipper debajo del arco y los defensores de la visita rechazaron la pelota sobre la línea en dos oportunidades.

Apostando a alguna ventaja que diera el fondo local, Laferrere tuvo una sola durante los noventa y pico de minutos y también fue muy clara: una escapada por la izquierda terminó con el balón en los pies de Gustavo Tortuga Fernández, que remató cruzado para que el tiro se fuera besando el palo derecho del arquero Lisandro Mitre.

Después todo muy aburrido y anunciado. Quizás un pequeño respiro que se tomó el Mate para seguir escalando y subiendo en el campeonato. El triunfo se le había hecho costumbre y, seguramente, no faltará demasiado para que ese encuentro se vuelva a repetir.

Foto: Guillermo Vatovec