Mucha expectativa generaba el debut de Argentino de Quilmes este año, después de lo que fue un gran cierre de semestre y, teniendo en cuenta los resultados previos de la fecha, que le daban la posibilidad de seguir recortando unidades en la punta del campeonato. Pero el elenco de Pedro Monzón tuvo buenas y malas, y aunque hizo más por quedarse con el triunfo, no pudo quebrar a un Central Córdoba que aprovechó un quedo rival para llevarse el empate a Rosario.

El calor fue uno de los protagonistas del domingo pero tampoco fu impedimento para que ambos equipos intentaran quedarse con un triunfo que les podría haber venido más que bien. El Mate, teniendo en cuenta los empates de Armenio y Dock Sud, podría haber quedado ubicado más cerca de estos. En el caso de la visita, los tres puntos podría haberlos puesto a un paso de los puestos de Reducido.

Quizás, lo mejor del Celeste hayan sido los primeros veinte minutos. Un poco más criterioso en su juego, sin sacarle el vértigo y la velocidad en transición que son un sello característico del equipo. Allí sacó la diferencia. A los 19 minutos, un par de toques por la derecha terminó con el centro de Fabrizio Acosta y el anticipo en el primer palo de Franco Cristofanelli.

Pero a partir de ahí y hasta casi el cierre de esa mitad inicial, el equipo retrocedió en el campo y le dio mucho protagonismo a un rival con poco peso ofensivo. Y el gol del empate, a los 39, fue un claro ejemplo de eso: el central Juan Casini tuvo la facilidad de avanzar con la pelota hasta tres cuartos de campo adversario, lanzó un centro que sin dificultades bajó Yassogna para que Gastón Tedesco, peleando con su marcador, clavara sin problemas la pelota contra el palo.

Entonces fue todo un volver a empezar para un Argentino que, desde ese momento, mostró más vigor y decisión que fútbol. A pesar de esto, contó con varias claras, entre ellas, una corrida de Matías Martínez que remato pifiado y un mano a mano de Iván Sandoval, uno de los refuerzos para esta segunda rueda del torneo, que tapó el arquero Matías Giroldi. De los rosarinos muy poquito, casi no patearon al arco en toda la parte final.

Por estos últimos detalles, no caben dudas que, de haber habido un ganador, este tendría que haber sido el Mate. Pero la ausencia de Brian Duarte por lesión dejó expuesto a un equipo que necesita de su categoría individual para lograr mayores diferencias ante sus rivales.

Foto: Mate Eterno