Era el momento. Se sentía en el ambiente. La gente había armado su fiesta en las tribunas, sabiendo que estaba ante la primera posibilidad de despegar un poquito del fondo de la tabla, en esta lucha encarnizada por mantener la categoría. Y en la cancha, Quilmes le respondió desde la actitud y las ganas. Sin sobrarle demasiado en lo futbolístico, aunque mostrando una pequeña mejora a partir de los goles, venció a Chacarita y cortó una racha maldita de diez juegos sin triunfos.

Nada le resulta fácil a este equipo. Inclusive, cuando enfrente tiene a un rival tan precario como el actual Chaca. Dos elencos a los que les ha costado demasiado sumar en lo que va d ela temporada y muestran limitaciones desde lo técnico, tanto individual como colectivo. Por eso, se dio un partido muy parejo, con la visita controlando la pelota pero sin ser demasiado profundo durante la primera mitad.

Hasta que, en la primera combinación positiva en ataque, un centro pasado de Lozano, lo bajó Anselmo al segundo palo para el ingreso en soledad de Franco Niel que, de cabeza también, permitió la apertura del marcador. Pero no solo eso, le dio la chance al equipo de Lemos de soltarse un poco más en el terreno de juego, muy duro y nervioso hasta ese momento, seguramente conociendo todo lo que estaba en juego.

Entonces el QAC creció y comenzó a adueñarse de la escena, al punto de saber aprovechar una pifia en la última línea rival, producto de lo atento que estuvo todo el partido Imbert (tanto para morder y trabar como para jugar) que recuperó la pelota, habilitó a Anselmo y el nueve terminó clavando un bombazo en el ángulo superior del primer palo.

Parecía que el Cervecero podía quedarse con el triunfo con cierta tranquilidad en lo que restaba por jugar, pero… dejó venir demasiado a la visita y Chacarita empezó a encontrar sus posibilidades y, tras un grosero error/pifia de Marcelo Cardozo al querer revolear una pelota, le permitió al ingresado Lucas Lezcano marcar el descuento y volver a poner dudas sobre el desenlace de la historia.

Con el calor extremo ya pasando factura, el encuentro se tornó dramático en ese tramo definitorio, que Quilmes jugó como una partida de ajedrez para aprovechar cada movimiento y llegar al final festejando una victoria que se hizo esperar demasiado.

Sin dudas, un aliciente importante para este equipo de cara a lo que se viene. Empezando el tramo definitorio, ha conseguido una pequeña luz a su favor que puede ser importante si consigue seguir sumando con regularidad.