Con la cabeza en otro lado. Así transitó buena parte de este último compromiso del torneo Argentino de Quilmes. Es cierto, se jugaba un clásico y ante un adversario que definía su continuidad en la categoría, pero más allá de las ganas por querer sumar, de antemano se entendió que nada iba a cambiar la gran campaña que le dio el título. Eso lo supo capitalizar Berazategui, que pegó en dos pelotas quietas y sumó puntos que lo puso en un desempate ante Barracas.

Imposible dejar atrás una emoción tan fuerte y tan cercana como la vivida una semana atrás. En la barranca, el campeonato terminó allí con el festejo mancomunado entre un plantel que dio todo para lograr el objetivo y los hinchas que acompañaron permanentemente. Justamente, uno de los únicos puntos a los que se le dio interés para la última presentación de la temporada, fue jugar el clásico en el Estadio Centenario para que el simpatizante celeste acompañe al campeón en su despedida de la Primera C.

Claro que, Pedro Monzón decidió hacer una rotación de nombres, permitirles jugar a varios que no tuvieron minutos y apenas dejar una base de los habituales titulares. En cambio, el Naranja no tenía día después de este compromiso, por eso apostó a aprovechar este pequeño relajo concedido por el rival… y le salió bien.

Aunque nunca tuvo una supremacía considerable, Berazategui fue siempre el que más apostó por la victoria. Parecía que iba a tener una tarde tranquila a partir de la primera aparición de Cristian Milla, su jugador emblema, que aprovechó una mala salida del arquero Moschini, para poner el primero casi abajo del arco, a los 21 minutos del primer tiempo. A partir de ahí creció un poco la visita, mostró su mejor momento del juego y aprovechó a los 36, a partir de una gran definición de Rodrigo Marothi para estampar el empate.

Si bien, el correr de los minutos empezaba a generar incertidumbre en el local, otra vez se vería favorecido con una segunda jugada de un balón detenido y, otra vez, gracias al aporte goleador de su número nueve. A los 19 del segundo, Milla definió de primera después que le quedara la pelota en el área chica. Eso generó tranquilidad para el equipo que veía como los resultados comenzaban a beneficiarlo.

Argentino apretó y con poco tuvo alguna clara, producto de los miedos de un Berazategui que ya esperaba el pitazo final de Mariano Negrete. El árbitro fue protagonista al no cobrar un supuesto agarrón sobre Matías Irala, dejando pasar la jugada. De cualquier manera, se protestó poco. Llegó el cierre y, pese a la euforia, un gol de Sportivo Barracas en el descuento lo llevó a Berazategui a tener que jugar un desempate, tratando de evitar el descenso a la D.

Del otro lado, la derrota no preocupó. Se cumplió con el fixture y ahora sí, formalmente, el Mate deja la Primera C. Ya hay nuevos objetivos en el horizonte y mucha expectativa por lo que va a venir, demasiados puntos atractivos como para quedarse con la derrota en el clásico. La alegría se mantendrá por bastante tiempo más.

Foto: Mate Eterno