La consagración de Thiago Tirante, que lo dejó en lo más alto del ranking mundial junior, fue el broche de oro para una nueva participación de los juveniles argentinos en el mítico torneo Orange Bowl de Miami. El certamen que cierra el calendario y la actividad más importante dentro las categorías menores, tuvo buena presencia nacional. En el comando de los equipos más chicos, Sub 12 y Sub 14, volvió a estar presente el quilmeño Gonzalo Roy Pressón.

Se terminaron semanas de mucho aprendizaje para la delegación más pequeña de la Selección Argentina de tenis y el paso final fue por la gira Junior habitual del último mes del año en tierra estadounidense. “Más allá de los resultados conseguidos, la meta es seguir creciendo y sumando experiencias juntos a los chicos. El camino es largo y esto recién comienza”, comentó Pressón en su regreso al país.

Para el quilmeño también fue una gran experiencia y deberá hacer su balance de un 2019 que en lo deportivo lo encontró con mucha actividad y varios títulos, mientras trabaja en la formación de los distintos jugadores del plantel.

Por otro lado, el futuro del tenis argentino parece estar asegurado. Tirante, platense de 18 años, se adjudicó el tradicional certamen, al derrotar a Juan Bautista Torres por 6-0 y 6-3 y terminó la temporada como número 1 del mundo en el ranking junior.

No es la primera vez que un argentino gana el prestigioso Orange Bowl. En Sub 18, Roberto Argüello lo hizo en 1981, Fernando Meligeni (después se nacionalizó brasileño) en 1989, Marcelo Charpentier en 1991 y Mariano Zabaleta en 1995. Fueron finalistas Carlos Castellán, Gastón Etlis, Juan Mónaco y Guillermo Coria. A Coria, en 1998, lo venció Roger Federer.