Cumplió con creces a la expectativa que había en la previa. Al menos, por noventa minutos, Quilmes mostró una cara positiva y de crecimiento con relación al semestre pasado, que le permitió ganar con total merecimiento un partido que, de antemano, pintaba muy chivo ante Tigre, uno de los elencos formados para lograr el ascenso. Ventaja casi desde el arranque un nivel general que fue creciendo con el correr de los minutos, lo que le permitió tener controlado el trámite.

La primera resolución que se puede sacar tras una presentación oficial del QAC en el año es que los refuerzos generaron el efecto contagio. Un debut con todas las luces para Emanuel Culio, fortaleza y entrega enorme hasta el final, inclusive luchando por ese gol en este juego le fue esquivo para Mariano Pavone. Dos pilares en esta pequeña reconstrucción que pretende tener el equipo, pensando en recuperar el terreno perdido.

Eso permitió que los pilares de la defensa (y el arquero) volvieran a mostrarse seguros, como en sus mejores noches, que Leandro Gonzalez volviera a tener esa cara positiva que lo había transformado en un jugador imprescindible durante la primera rueda, que los chicos que salieron del arranque de a poco comenzaran a estabilizarse y terminaran siendo productivos en lo colectivo, entre otros puntos a destacar.

Lo cierto es que, la veloz apertura del tanteador fue un aliciente vital para este desarrollo del trámite. Con carácter y decisión salió a llevarse por delante a Tigre y rápidamente logró la primera diferencia: un remate rasante de Pavone generó el rebote largo (en una cancha mojada) de Gonzalo Marinelli, que Gonzalez, con un poder de gol increíble, logró mandar a la red con un disparo cruzado.

Si bien, por momento el rival le sacó la pelota, nunca logró superarlo ni ponerlo en grandes apuros. Es más, desde el inicio del segundo tiempo, fue el Cervecero quien volvió a poner condiciones en el desarrollo y por eso, no extraño que llegara a convertir de nuevo: pelota cruza con precisión por Cristian Zabala, buen centro de Leandro y aparición de Justo Giani (después que Pavone atrajera a las marcas) para anotar con el arco vacío.

El ingreso de Ilarregui podría haber sido determinante para sellar el resultado. En un rápido entendimiento con su compañero de ataque, buscó todo el tiempo que Pavone pudiera convertir, aunque por un motivo u otro, las oportunidades se fueron perdiendo. Los cambios d Sava le dieron el control de la historia, que solo se vio alterada cuando ya se jugaba el descuento. Una dudosa falta cobrada por el juez Carlos Córdoba, le permitió a Larrondo señalar el tanto del descuento, que solo serviría para decorar el marcador.

Un gran triunfo, a partir de un interesante rendimiento del equipo. Buen síntoma para comenzar con expectativas el último tramo de la temporada y seguir agrandando la ilusión de poder reinstalarse en la lucha de arriba en la tabla de posiciones.

Foto: QAC oficial