En una categoría cada vez más pareja, los mínimos detalles terminan ganado partidos. La efectividad de Comunicaciones fue vital para quedarse con los tres puntos en su cancha ante un Argentino de Quilmes que hizo un desgaste enorme durante el juego, tuvo sus ocasiones de gol pero nuevamente regresa a la barranca con las manos vacías. La diferencia en Agronomía estuvo en las aéreas, donde el elenco de Monzón volvió a pecar: flaquezas en defensa y anemia ofensiva.

Cada uno de los partidos del Mate en esta versión 2020 tiene sus similitudes. Principalmente cuando le toca salir a jugar fuera de casa. La versión mucho más utilitaria y combativa que propuso el entrenador para disputar el semestre definitorio de la temporada, lo exponen a una clara realidad como equipo: sin un salto de calidad, el Criollo apuesta a anular a su adversario y tratar de aprovechar las ventajas que este le deje.

Parece poco, un plan cortito, pero así y todo, en el primer tiempo ante Comu fue el único que tuvo oportunidades de gol. Las dos fueron por arriba y tuvieron un mismo protagonista: el travesaño. La más clara fue la primera ocasión, con un centro cruzado que encontró a Julián Vivas, el delantero cabeceó bombeado y el balón que superó al arquero Otarola, dio en el travesaño y picó en la línea. Además, un en tiro libre, el testazo de Agustín Graneros también dio en la parte superior del horizontal.

El segundo tiempo se abriría a partir de los goles, en medio de un trámite parejo y bastante anodino. El local aprovechó su mejor armado colectivo atacando por el sector izquierdo, un centro rasante llegó a los pies del goleador Milton Giménez, que se adelantó a Tomás Charles (de flojo partido) y no perdonó. Pero Argentino reaccionó rápido y llegó al empate a través de su mejor arma, la pelota parada. Corner desde la derecha y el propio Vivas, de atropellada, punteó el balón y marcó el empate.

Pero cuando Monzón intentaba regresar a las fuentes y volver a acomodar el equipo, un remate de veinticinco metros que dio en el palo sorprendió al equipo y solo en el rebote, otra vez Giménez anotó para el Cartero. Con más de quince minutos por delante, el Mate intentó llevarse por delante a su rival y en varios centros generó algún dolor de cabeza. A medida que fueron pasando los minutos, la visita se fue quedando sin aire y sin respuestas, dejando escapar la chance de volver a sumar.

Un resultado que bordea la injusticia pero que también es un reflejo de la actualidad del equipo de la barranca, al que no le sobra nada y que, con muy poquito, pretende que se repitan siempre las tardes positivas.

Foto: Argentino oficial