Representar los colores del equipo nacional, es la meta principal que tiene todo aquel que forma parte del mundo del deporte. Adentro o fuera de la cancha, se trata de la experiencia máxima y una enorme satisfacción. Ese sueño está viviendo Darío Herrera. Desde hace un par de años, el Mono, de formación en el QAC, con buena trayectoria jugando en el ascenso y trabajando en cuerpos técnicos de primera división, es el entrenador de arqueros de las Sub 15 y Sub 17. En charla con DQ habla de este presente.

“No es un año donde haya torneos oficiales de Conmebol o FIFA, pero si se generan certámenes en Europa, que sirve para ver a jugadores de todas parte del Mundo. Hay uno que es muy tradicional que iba a realizarse en abril, el Mundialito de Monteux en Francia. Es la etapa para hacer un mix entre los dos años que forman cada categoría. Pero se paralizó todo”, relató Herrera en su comienzo de charla en DQ Radio (FMQ 93.5).

- Se mantienen en contacto a través de la tecnología, ¿qué tareas pudieron realizar?

- El cuerpo técnico tuvo una charla con el Coordinador General de Selecciones, Bernardo Romeo, y allí se planificaron distintas tareas para cada área. Lo que se resolvió con el Departamento de Arqueros que conduce Martín Tocalli fue no invadir los trabajos de sus respectivos equipos y decidimos tener charlas semanales a través de la plataforma Zoom. Les mostramos imágenes de funcionamiento de lo que pretenden los DT, Pablo Aimar y Diego Placente, hicimos participar al psicólogo, invitamos a futbolistas consagrados como Javier Mascherano… Esto se repite en las distintas categorías del seleccionado, inclusive la Mayor. Y estamos atentos a los trabajos que les mandan de sus clubes, hay un seguimiento permanente.

- Además, el trabajo va más allá del futbolístico…

- Si. Hay valores que no se negocian desde que comenzó esta nueva gestión al frente de los seleccionados, el sentido de pertenecía y los modales a la hora de salir a representar al país, en donde toque jugar y más allá de tener todas las comodidades posibles por tratarse de la Selección Argentina. Es el legado que dejaron Pekerman y Tocalli y que ahora se intenta seguir. Pensá que a los que les toca conducir hoy, fueron formados como personas por ellos. Un día Pablo (Aimar) les dijo a los chicos ustedes nacieron con buenas cartas, pero ahora depende de ustedes saber aprovecharlas.

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- En lo personal, ¿qué significa poder participar de este proceso junto a grandes figuras del fútbol nacional?

- Cuando Tocalli me llamó para formar parte del proyecto, eso ya era tocar el cielo con las manos. Disfruté muchísimo mis etapas en Quilmes, el club que es mi casa, pero la Selección es otra cosa. El sueño que tienen todos es poder participar del equipo nacional. También es muy lindo involucrarte con ex futbolistas reconocidos mundialmente, pero tenés que estar a la altura porque la exigencia es muy grande. Son gente muy abierta, que te dejan trabajar y opinar, ese es un extra muy importante.

- ¿Se modificó o actualizó el entrenamiento de arqueros?

- Desde hace un poquito más de diez años, el entrenamiento cambio su metodología por completo. De la época en la que el entrenador podía ser el ayudante de campo o hasta el propio DT, ahora el que está a cargo siempre es un ex arquero, haya sido profesional o no. Se trabaja menos repeticiones, mucho la técnica, se hace un desglose de cómo atrapar la pelota, como caer, como levantarse, como jugar con los pies… Se abrió mucho el juego para el puesto, por eso creo que el arquero se potenció mucho más.

- ¿Cuáles son los puntos claves para el puesto?

- Es determinante lo técnico y psicológico por delante de lo físico y táctico. Es importante que un arquero tenga personalidad, carácter y que sepa responder ante un error. Que rápidamente se vaya destacando y sepa incorporar conceptos que servirán para su carrera.

- ¿Se habla entre ustedes sobre cómo puede llegar a seguir este año? ¿Una fecha de regreso?

- Todavía no tenemos una fecha concreta, pero sabemos que se está planificando un torneo regional para juveniles, sin tantos viajes pero con mucha actividad en los últimos meses del año. La idea es que haya competencia, después hay que ver cómo se va desenvolviendo todo.