El primer partido de la temporada como local para el Super Amara Bera Bera fue una verdadera fiesta. Es que, al equipo vasco en el que juega Manuela Pizzo le salió todo redondo: se impuso de forma clara al Atlético Guardés, otro de los conjuntos fuertes del torneo, por la segunda fecha de la Liga Guerreras Iberdrola y, como si esto fuera poco, el plantel pudo disfrutar del título logrado en la campaña pasada, después que la pandemia suspendiera el tramo final del mismo.

Antes de comenzar el encuentro, el Bera Bera recibió el trofeo que lo acredita como campeón de la pasada liga. La temporada regular 2019-20 no pudo concluir debido al estado de alarma provocado por el COVID-19, pero la Federación Española acordó considerar al equipo como vencedor del torneo. Cuando se interrumpió la competición, dominaba claramente la clasificación y no había perdido ningún partido.

Con esa euforia, el elenco vasco se estrenó ante su gente -350 espectadores presentes, bajo estrictas medidas sanitarias- y ya de entrada comenzó a marcar las pautas del partido, sacando las primeras diferencias en el tanteador. El haber recuperado el nivel defensivo que caracteriza al equipo, terminó generando que el dominio, por momentos, fuera aplastante.

En el segundo tiempo las diferencias fueron aún más grandes y fue en ese lapso donde comenzó a asegurar su victoria en el tanteador. Frente a otros de los elencos fuertes del torneo, el Súper Amara mostró una de sus mejores versiones, se impuso 31-22, y pudo celebrar la jornada a lo grande.

Foto: Juan Antonio