Desde su nacimiento, hace poco menos de una década, la Federación del Deporte Universitario Argentino le ha dado un impulso al significativo cruce entre la educación superior y el deporte. Y en tiempos de pandemia, redoblaron la apuesta y fueron por más. Con el objetivo de consolidar el proyecto Doble Carrera, el cual busca que la mayor cantidad posible de deportistas estudien. Emiliano Ojea, presidente de la FeDUA, habló sobre este tema con DQ.

“Impulsamos el proyecto y el mayor objetivo es que todos los deportistas estudien una carrera de nivel superior y a la vez que realizan su carrera deportiva, haga una carrera universitaria o de educación superior ya sea terciarios o universitarios públicos o privados”, comentó Ojea en charla con DQ Radio (FMQ 93.5).

- ¿Y cómo surgió esta idea?

- Trabajando en la FISU (Federación Internacional del Deporte Universitario), descubrimos que la mayoría de los países del mundo promovían el programa Doble Carrera. Generamos una encuesta a través de un formulario online para conocer cuál era su problemática de los deportistas de todo el país. Entre algunos temas que aparecieron, están los inconvenientes con la flexibilidad, por ejemplo al no tener fechas para poder rendir cuando les toca viajar a competir; también la falta de conocimiento sobre la gratuidad o que desconocen los sistemas de inscripción. Este diagnóstico lo compartimos con los ministros de Educación, Nicolás Trotta, y de Turismo y Deportes, Matías Lammens, y junto a más de treinta rectores. El resultado fue que todos los Consejos Superiores empiecen a establecer el programa, con un lugar especifico para el deportista, esperando que el año que viene contemos con becas de apoyo, destinadas al transporte, el comedor y la compra del material bibliográfico, los gastos de un joven que va a estudiar.

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- Hace tiempo que se borró con un viejo concepto que decía que el deportista no estudiaba.

- Exacto. Hay muchísimo interés y apoyo de aquellos que pudieron hacerlo, sin el apoyo de un programa de políticas públicas. Damián Stazzone, campeón mundial de Futsal que es alumno de la UNQ, Federico Molinari, Pepe Sanchez… algunos de los ejemplos de deportistas que dijeron cuenten conmigo para hacer esto, justamente por el hecho que ellos saben del esfuerzo ante la falta de un programa cuando les tocó estudiar. Además, creemos que esto favorece el sistema integral de la persona. Es importante para el deportista porque el acceso al conocimiento y trabajar en lo que uno quiere, estimula el cerebro, la creatividad y está comprobado en investigaciones que al momento de competir, de estar bajo presión o de tomar una decisión en milésimas de segundos.

- ¿El programa incluye tanto al deportista de élite, olímpico, profesional como al amateur?

- Totalmente. Hay deportistas que recién explotan después de los veinte años, por eso puede pasar que cualquier universidad del país cuente con algún pibe que, a punto o después de recibirse, le surja la chance de irse a jugar a una Liga Nacional o Federal. Sirve como proyecto de vida. Hay de montón casos de deportistas, sobre todo en el Interior por el tema de las distancias, que abandonan por presión en la casa de tener que estudiar. En muchos casos, jóvenes que son talento.

- ¿Cuál sería el próximo paso?

- Terminar de ajustar piezas de un sistema que no estaba engranado. Hacer foco en aquellos deportistas que están afuera, para que empiecen a incorporarse al sistema universitario. Y hacerlo tanto a nivel nacional como provincial y hasta municipal. Sabemos que es algo que estaba faltando dentro del sistema deportivo argentino. Y, por el momento, no tiene techo.