A priori, se trataba del partido más complejo de este mini-torneo para Argentino de Quilmes. Porque debía enfrentar al rival más pesado y con más historia de su zona y además, debía hacerlo en calidad de visitante. Por eso, se valora el empate conseguido ante Los Andes en Lomas, más allá de haberlo empezado ganando y de contar con chances para poder aumentar. El equipo de Monzón se mantiene invicto y ahora tendrá dos partidos como local que serán claves.

El último antecedente en ese estadio había sido seguramente el golpe más fuerte del Mate desde su regreso a la categoría (NdeR: derrota 4-0). Pero pasó mucho tiempo desde ese juego, disputado en el comienzo de la temporada que acaba de reiniciarse y las condiciones son otras. El Milrayitas dejó de ser ese posible candidato por el peso de su nombre y el Criollo se adaptó a la categoría, logrando dar pelea en cada partido.

Por eso, no extrañó que la visita se pusiera en ventaja. Sobre todo, porque ya había tenido algunas instancias previas, que había dejado pasar. Pero… Iván Sandoval tuvo revancha y, a los 36 minutos de esa primera parte, ponía en ventaja a los de la barranca.

Justamente Sandoval participó de una jugada clave en el inicio del segundo tiempo, que podría haber sentenciado la historia. Porque, instantes después, Los Andes llegaría al empate a partir de la anotación de Delfor Minervino. Y a partir de ese momento, se vio la mejor versión de los de Lomas. Producto del contagio anímico y una mayor convicción. Sin demasiadas luces, lo complicó a Argentino obligando a la aparición de Aníbal Leguizamón en el arco.

A la hora del balance, un resultado justo pero que al Mate (ganador en la fecha inicial) le sienta mejor. O al menos, le permite seguir teniendo buenas expectativas, en la lucha por el primer puesto del grupo.

Foto: Los Andes oficial