En primer lugar, Damián comentó qué conclusiones obtuvieron luego de las primeras fechas: “En San Nicolás no fuimos tan competitivos como veníamos siendo en las carreras anteriores. La fecha del Cabalén prácticamente no la pude analizar, me tocó largar desde el fondo y tenía buen ritmo, pero se hizo difícil. En la primera jornada no había penalizaciones y ahí sí se pudo ver el verdadero potencial del auto. En clasificación estamos medianamente bien, pero queremos recuperar ese protagonismo, peleando por la pole. Seguimos trabajando fuerte, está muy pareja la categoría y los pequeños detalles marcan una diferencia importante”.

Y agregó: “El inicio de temporada fue muy bueno y esperaba que a partir de ahí fuera en crecimiento, pero en las dos últimas fechas tuvimos complicaciones los sábados, tanto en clasificación como en la carrera clasificatoria. No puedo hacer una evaluación clara porque entiendo que la performance verdadera no se ve reflejada en los resultados y mucho menos en la posición del campeonato”.

El quilmeño también le dedicó un párrafo a la actualidad de la divisional, en la que acaba de reinsertarse: “Me encontré con una categoría donde prácticamente todos los autos están en un nivel muy alto. Eso te obliga a tener todo diez puntos para evitar caer al fondo del pelotón. Hay que trabajar muy fuerte para tener fines de semana perfectos. A comparación con 2017 y 2018, que fueron mis últimos años de competencia plena, hay que tener un nivel alto para pelear el campeonato”.

Por último, Fineschi reconoció que aspectos debe trabajar para afirmarse entre los candidatos: “Hay que seguir mejorando el ritmo de carrera. También tengo que sentirme un poco más hermanado con el auto. No es que van a cambiar rotundamente los resultados a partir de eso, pero sí es un poco la comunión con el equipo, que por supuesto me la brinda. Es un tema de costumbre y eso va a hacer que las cosas fluyan más fácil”.