Una nueva derrota del Mate, en este caso de local frente a los de Burzaco, fue el desencadenante para una decisión que se veía venir: Marcelo Rufini decidió ponerle punto final a su cargo de entrenador del equipo. Argentino no ha encontrado ni el juego ni la regularidad deseada en estas primeras ocho jornadas y pena por la mitad de la tabla. Panorama complicado para un plantel armado para intentar pelear por el ascenso.

No hubo caso. La victoria que podría haber llevado tranquilidad nunca apareció por la Barranca y el equipo volvió a sumar una nueva frustración jugando en casa, condición en la que solo ganó un encuentro de los cinco que disputó. Muy pobre cosecha para un grande de la categoría, por lo que era lógico que fuera a traer consecuencias...

Y eso que la soleada tarde había comenzado de buena manera para los quilmeños, teniendo en cuenta que a los 4 minutos, Sergio Sanfilippo hacía estremecer el arco de los de Burzaco con un tremendo zapatazo de media distancia, que se terminó colando en el ángulo.

Pero la alegría no duraría mucho porque un par de minutos más tarde, Gustavo Herrera volvería a poner la paridad en el marcador, cortándole al Mate la posibilidad de dominar las acciones a partir de la ventaja.

Sin grandes emociones hasta el cierre de la etapa inicial, el segundo capitulo fue un calco de muchos encuentros anteriores del equipo: sin claridad, fue en busca de una nueva anotación pero siempre terminó chocando contra el buen papel del arquero visitante o con sus propias limitaciones para concretar una jugada.

Encima, a los 15 el arbitro Américo Monsalvo sancionó un penal, que Lucas Godoy cambio por gol, para crispar aun más los nervios de la gente presente en el estadio y de los futbolistas que comenzaron a jugar contra el reloj y las urgencias...

...y tanta presión lo terminó condenando. Fue final y desazón plena para un grupo que dejó el estadio con la lógica amargura de una historia que llega a su final. A la hora de hablar con la prensa, Rufini asumió que llegó la hora de dar un paso al costado.

Lo concretó es que la realidad del equipo no le dejó escapatoria al, desde hoy, ex DT mate. La versión 09/10 del equipo nunca se pareció a la del año pasado, perdiendo varias de las virtudes que aquel tenía. Pero el campeonato sigue, y Argentino sabe que no tiene demasiados tiempos para seguir lamentándose.

Foto: gentileza www.unidosporelmate.com.ar