De delantero en equipos del ascenso de la AFA a 4º en el último Mundial de Judo disputado durante junio en Bruselas. Así son las vueltas de la vida para Diego Fernando Gurzi, quien durante 29 años se destacó como Judoca y, a pesar de un parate de una década debido a su carrera de futbolista profesional, volvió al ruedo sobre el tatami como si nada. Éste es el Campeón Argentino hasta 90 kilos, todo un personaje del deporte quilmeño que vale la pena conocer.

- ¿Cómo llegaste al judo?

- Empecé a los a los 6 años, hace 29 que hago este deporte y toda la vida estuve compitiendo y entrenando. Es un deporte que amo. Practique otras disciplinas paralelas pero nunca dejé de entrenar.

- ¿Qué hacías a parte de Judo?

- Dejé 10 años de competir porque jugué mucho tiempo al fútbol en las divisiones del ascenso pero igualmente seguía entrenando Judo. El último torneo en el que había participado había sido en el 94 cuando me fui de Argentino de Quilmes a Berazategui, fue casi un año que estuve con problemas con el libro de pases y no había podido fichar así que ahí entrenaba y competía.

- ¿Llegaste a jugar en 1º división?

- Sí, ascendí con Argentino de Quilmes. Jugué en primera en Berazategui y Cañuelas, estuve entrenando en almagro y terminé jugando en la primera de Deportivo Italiano con Caruso Lombardi.

- Entonces mantuviste siempre al Judo como la pasión y a parte el fútbol…

- Sí, es como decís, esa fue siempre la pasión. Al Judo lo mamé de chico y el fútbol se dio porque tenía condiciones, entonces empecé en las inferiores de Argentino de Quilmes y de ahí fui escalando.

- ¿En qué puesto jugabas?

- Fui mucho tiempo delantero, 11, hasta que Caruso Lombardi me puso de 3 y me gustó.

- ¿Y el judo de donde sale?

- La profesora era mi tía, Blanca Sanchez. Empecé mis primeras clases a los 6 años en Mariano Moreno de Castelar, ella me llevaba tres veces por semana. Después anduve por varios clubes. Competí mucho tiempo en Bernal, después me pasé al club Quilmes, cuando ascendió fui abanderado de Judo, y después seguí jugando a la pelota y volví ahora a representar otra vez al club.

- ¿Hubo un momento en el que dijiste me quiero dedicar por completo al Judo?

- De haber seguido sin parar en el judo creo que habría viajado y llegado a otros niveles que no pude. Obviamente ahora, con 34 años, es más difícil entrenarme o competir con chicos de veintitantos años que tienen tiempo y pueden hacerlo. El tema del fútbol fue que me dije “hasta cierta edad lo hago”, las intenté todas y si no llegué a jugar en primera A, que es lo que uno aspira, ya está. A los 26 me fui de Italiano, fui a jugar un amistoso con Banfield y me rompí la rodilla. Hoy tengo los cruzados rotos pero no me molestan para Judo entonces lo único que hago es entrenar todo el día, en los momentos que uno puede.

- ¿Por qué no te decidiste definitivamente por el Judo en su momento?

- Yo podía competir Judo y fútbol jugando en las inferiores pero una vez que entrás al plantel profesional ya no. Tanto por las lesiones o porque jugás directamente los mismos días que competís, ya que los torneos y el ascenso son los sábados. Entonces yo terminaba de entrenar fútbol y a la noche entrenaba Judo, liviano, como hobby y nada más. Después que decidí largar todo empecé otra vez a dedicarme, a competir, siendo un poquito más duro. No voy a recuperar el tiempo que perdí pero ya es el segundo Mundial en el que participo… y después de 10 años de haber dejado de competir.

- ¿Pero antes ya habías competido?

- Sí, durante muchos años. Pocos torneos internacionales, los que se hicieron acá, en los que salí campeón, y en Uruguay. Fui dos o tres veces campeón argentino, también campeón, segundo y tercero de torneos Latinoamericanos en Argentina. En el 94, de 15 torneos gané 14 y salí segundo en uno porque me lastimé. Venía bien, no digo que hubiese sido guau, pero entrenaba bien y competía casi todos los fines de semana.

- ¿Cual creés que es tu mayor virtud, teniendo en cuenta todo el tiempo que dejaste?

- Soy muy constante en lo que hago y demasiado responsable. Más que nada en los entrenamientos, en ese tiempo no existía para mí un “no puedo”, un “no me sale”. Es mayormente lo que hace un deportista amateur, en cualquier ámbito, es muy difícil porque uno lo hace por que lo ama, no existe un contrato que lo obligue a uno a sacrificarse. Es lo que yo trato de inculcarle a los chicos que vienen a aprender acá con nosotros en el Club Quilmes: “sí venís y subís, entrená, si no quedate abajo y está todo bien, pero no molestes a los demás”.

- Eso se da porque existe otra pasión en el deportista amateur…

- Definitivamente, es otra pasión. Vos imáginate que ahora todos los deportes van a un juego olímpico pero hay pocos en los que pueden vivir de lo que hacen. En el ámbito que me toca, que tengo chicos amigos que nos están representando en los Juegos en Judo, están cobrando 600 pesos por mes de beca ¿Qué pueden hacer con eso? ¡Y nos van a representar en un Juego Olímpico! Sacá el básquet y el fútbol, que con lo que gana un jugador pueden mantener a los demás deportistas, no hay ni uno que pueda vivir de lo que hace. Entonces el amor que uno le tiene al deporte es otro.

- Hablemos del mundial en el que saliste 4º ¿qué sensación te quedó? Antes del de Bélgica ya habías estado en uno…

- Sí, estuve el año pasado en Brasil, que fue el primer internacional al que fui después de 10 años sin competir, una experiencia muy linda pero gané dos y perdí dos y quedé eliminado. Ahora fui más preparado, luché con chicos que realmente pueden vivir un poco de lo que hacen y en éste caso fue muy bueno… Tuve la suerte esta vez de que el intendente Francisco Gutierrez me contestó la carta que le había enviado y me dio la posibilidad de poder viajar y me apoyó. Además el Club Quilmes me dio toda la ropa y todo lo que necesita un deportista para entrenar. Cuando vos te encontrás con dirigentes que tienen buena onda y que saben de los problemas que sufren los deportistas amateur está muy bueno. Es la primera vez que me pasa el tener este tipo de apoyo, fue algo maravilloso, si hubiese sido así siempre hubiera sido otra cosa.

- ¿Cuál era tu objetivo?

- Progresar. Quería subir al podio sí o sí. Hice siete luchas, gané cinco, perdí dos. Estuve muy bien. Luché por el tercer puesto, la iba ganando y me cobraron algo que no era. De tres árbitros uno había decidido que la había ganado yo y dos el otro judoca. Pero no son excusas, las luchas hay que ganarlas.

- ¿Qué nivel tiene hoy el país en tu deporte?

- El país a nivel sudamericano y panamericano es bueno, pero después te enfrentás con chicos que tienen contratos tipo jubilaciones por haber representado a su selección, entonces van preparados distinto. La mayoría de los chicos de acá si no tienen alguien que los mantenga no pueden conseguir muchos sponsors porque el judo no vende, no es un deporte popular. Y lo que termina pasando es que tenés que pensar en otros temas y no solo en entrenar y luchar. Afuera, por ejemplo al último campeón olímpico en la categoría 81 kilos que es de Grecia, le dieron un millón y medio de euros de premio por haber salido campeón, por haber representado al país.

- ¿Y a partir de ahora qué? Conseguiste algo que luego de estar parado durante tantos años no es poca cosa… ¿qué sigue?

- ¡Buena pregunta! El objetivo que tengo con Flavio, el otro profesor, es formar un equipo competitivo en el Club Quilmes. Es un proyecto para recuperar chicos, poder enseñar el deporte e ir a competir a los torneos de acá. Te digo la verdad, no sé que es lo que va a venir, las obligaciones que tengo por la vida personal son muchas. Poder entrenar para el mundial me costó muchísimo porque me levanto muy temprano y la hora que paro para almorzar en el trabajo la usaba para irme a entrenar, cuando volvía del trabajo entrenaba tres horas más. Es un sacrificio muy grande hoy en día. Tuve que bajar como 9 kilos en un mes y medio para el pesaje de mi categoría que es hasta los 81. Tené en cuenta que cuando salí Campeón Argentino en La Rioja, el 29 de abril, luché hasta 90 kilos y el 28 de junio dí 80 kilos 700. Ahí está lo que te comento del deportista amateur: tenés hambre, estás muy cansado, agotado y venís y lo hacés aunque sabés que no cobrás un mango.

- Pero ¿y seguir competiendo?

- Tenemos a fines de septiemtre el Campeonato Clausura Nacional que se hace en Formosa -en el Apertura salí Campeón- y a partir de ahí una seguidilla de cuatro o cinco torneos más seguidos.

- Todavía tenés para un ratito más entonces….

- Sí, uno ama esto y me atrevo.

La palabra Judo está formada por dos sílabas "ju" y "do" y significa "camino de la suavidad", con esto se intenta explicar que la forma de vencer una fuerza no es oponiéndose a ella, sino todo lo contrario, apoyándola y dirigiéndola para el fin de uno. Sería como una hoja que sostiene un poco de agua y cuando no aguanta más se inclina y la deja caer. Así seguirá Diego Fernando Gurzi, haciendo camino al andar.

Judo en el Club Quilmes: lunes, miércoles y viernes a partir de las 20 horas.