Después de tantos golpes consecutivos, el QAC debía cortar la mala racha y arrancar de nuevo. Y que mejor que hacerlo en la hora cero de un ciclo que apenas está dando sus primeros pasos. Y mejor todavía, si lo hace mostrando cambios positivos en el nivel futbolístico y anímico.

Si bien, los primeros minutos ya daban un indicio alentador, el gol tempranero sirvió para trabajar el partido con suma tranquilidad y ganar en confianza. Apenas llegando a los cinco minutos, Federico González recibió en la medialuna un pase de Kevin López, lo vio ingresar a Bonetto y lo asistió para que el goleador de la tarde defina cruzado y a media altura. Lindo tanto, de una factura que venía mostrando en el campeonato.

Aunque prácticamente no sufrió y fue llevando el trámite, el déficit más grande del Cervecero se vio en el último cuarto de hora de esa etapa inicial. Allí fretrocedió demasiado, perdió el manejo de balón y dejó jugar a un Chaco que tuvo la más clara aprovechando un desajuste defensivo, que obligó a Evangelista a despejar dentro del área chica un centro rasante de Gaggi.

El inicio del complemento (y hasta los veinte minutos) dejaría a la vista lo mejor de la producción del local. Jugando de primera, asociando pases, dándole velocidad al juego, empezó a llegar con claridad y las oportunidades se fueron repitiendo. Al punto de empezar a hacer figura a Gastón Canuto: primero Bonetto disparó cruzado; luego Kevin López tuvo dos oportunidades, en la primera el arquero le ahogó el grito y en la siguiente, la pelota se fue por encima del travesaño; a Pavone lo atoraron cuando iba a definir tras buen pase de González.

Lo siguió intentando Quilmes y cuando empezaba a madurar, llegó al segundo tanto. Enorme jugada de González, gambeteando rivales se metió en el área chica y remató para que Canuto se luzca una vez más, pero en el rebote apareció nuevamente Bonetto para empujarla de cabeza.

Pese a alguna mínima reacción de los chaqueños, de allí al final fue casi todo del equipo de Coyette, que encontró los huecos que dejaba el rival y tuvo múltiples chances para ampliar la ventaja.

Fue solo el inicio de una nueva etapa, pero cuenta con material suficiente y ganas sobran. Dentro de un torneo parejo y mediocre, en el que no hay tantas diferencias entre los equipos, Quilmes se puede dar el gusto de plantar una semilla y volver a creer. Para intentar recuperarse, tiene tiempo de sobra.

Síntesis

Quilmes (2): Esteban Glellel; Martín Ortega, Rafael Barrios, Matías Cortave, Fernando Evangelista, Emanuel Moreno; Julián Bonetto (ST 29’ Iván Colman), Hernán Lamberti, Kevin López (ST 29’ David Drocco); Federico González (ST 44’ Tomás Blanco) y Mariano Pavone (ST 21’ Mauro Molina). DT: Walter Coyette. Sup: Nahuel Yzaurralde, Federico Tévez y Camilo Machado.

Chaco For Ever (0): Gastón Canuto; Lucas Fernández (PT 32’ Gaspar Triverio), David Valdez, Yair Marín, Leandro Allende; Enzo Gaggi, Gonzalo Alarcón, Alvaro Cuello (ST 13’ Emanuel Díaz), Gonzalo Lucero (ST 13’ Gastón Novero); Martín Garnerone (ST 13’ Nicolás Trecco) y Matías Romero. DT: Fernando Cravero. Sup: Leandro Ledesma, Alexis Niz y Diego Sánchez Paredes.

Goles: PT 5’ y ST 19’ Bonetto.

Amonestados: Pavone; Valdez, Alarcón y Díaz.

Arbitro: Sebastián Zunino.

Estadio: Centenario.

Foto: QAC oficial