En un encuentro fugaz pero explosivo, Quintana (ahora 18-1-1, 13 nocauts), actual N° 1 del ranking argentino ligero y que ya sumara el cetro latino ligero del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) y el fedebol ligero de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), demostró toda su jerarquía y por qué es una de las figuras del boxeo nacional. En poco más de dos minutos acabó de manera contundente con Blanco (14-2, 13 nocauts), de amplio recorrido en la selección venezolana, pero que nada pudo hacer ante el solanense.

Rápidamente, Quintana (61,200kg) salió a marcar presencia. Con dos pesadas derechas cruzadas a la mandíbula, y dos ascendentes al mentón lo hizo retroceder. A pesar de la guardia cerrada del venezolano (60,850kg), la atravesó con profundos cross y rectos. Siempre con impactos de profundos y de marcada factura, combinó con fiereza distribuyendo el castigo al rostro y cuerpo. Su destacada línea técnica, velocidad, inteligencia, precisión y potencia, se asociaron con una determinación para terminar con la faena desde la primera campana. A su ataque al rostro, el bonaerense agregó sus punzantes ganchos a las costillas, con los que le fue minando la resistencia de un rival, que intentaba responder pero ni siquiera lograba inquietarlo.

Seguro, Sugar fue por más. Lo llevó contra las cuerdas y descargó una izquierda ascendente al mentón seguido de una fulminante cruzada derecha a la mejilla, con que lo cortó sobre su pómulo y lo envió a la lona, sin respuestas, por lo que el árbitro Hernán Guajardo decretó el fuera de combate cuando apenas transcurrían 2m19s de pelea.

A los 26 años, Quintana se ha transformado en una de las figuras del boxeo nacional. Tras vencer casi todo oponente como Néstor Maidana y Gabriel Puñalef Calfín, tras un 2021 de resonantes victorias, como su nocaut sobre el monarca nacional Claudio Daneff por el título latino ligero CMB, y dominar a Esteban Stodulsky, defendió por primera vez el cetro sudamericano que conquistó el 25 de febrero al liquidar a Facundo Arce por nocaut en el quinto round, y llegaba del 22 de julio destruir al uruguayo José Acevedo en el sexto. Frente a un rival como Blanco, demostró que el panorama nacional y sudamericano le queda chico.