A esta altura, no sería beneficioso buscar excusas en la postura que pueda haber mostrado el rival de turno. Porque pudo ser Brown, Independiente Rivadavia o Mitre, pero la realidad es que el QAC nunca tuvo un plan de juego y, ahora que varios de sus futbolistas bajaron el nivel, el equipo lo nota dentro del campo. Siempre se sostuvo a partir de sus individualidades, hoy no lo sostienen y se cae a pedazos, desde el rendimiento y también en resultados.

En esta ocasión, todo comenzó mal con una cancha que estaba lejos de resultar la ideal (Mitre esta resembrando su estadio y el partido de trasladó a la cancha de Sarmiento de La Banda, que juega en la liga local) donde la pelota picaba para cualquier parte. Después, fue más de lo mismo: sin tenencia de balón, con poco corte y una actitud que por momentos no condice con el principal arma del entrenador, dejaron una vez más expuesto al Cervecero.

Fue el peor rendimiento en el campeonato, al punto que la única chance clara de gol que tuvo el equipo se dio a partir de un error defensivo del local tras un centro de Lattanzio, que Anselmo punteó con dificultad pero sin precisión y terminó en las manos del arquero local.

Promediaba el primer tiempo, el mejor tramo de un Mitre al que le alcanzó ese instante de mejor papel para justificar los merecimientos de su victoria. Porque encima aprovecharía un corner que llegó desde la derecha único y que, a los 21 minutos, se encontró con un gran cabezazo de Matías Almirón, que saltó en soledad para establecer el 1-0.

El complemento fue mucho más cortado, con errores por doquier, un árbitro permisivo a las demoras y demasiado reglamentarista que frenaba las acciones todo el tiempo. Y Quilmes, que decidió juntar gente en ofensiva no tuvo ni la profundidad, las ideas o la rebeldía para tan siquiera patear al arco. No tuvo ni un solo remate en todo el encuentro y por eso, entregó el partido a manos de un necesitado rival que llegaba tras cuatro fechas sin triunfos.

Párrafo aparte nuevamente para las elecciones del entrenador a la hora de formar el once inicial y de elegir los cambios. Probó con todos los futbolistas (muchas veces tomando malas decisiones) y no le encuentra la vuelta a este tobogán descendente en el que se metió el equipo y del que no parece poder salir. El próximo fin de semana tendrá por delante un compromiso por demás importante con Chacarita, un partido que se volvió decisivo en muchos aspectos. No solo pensando en el primer puesto de la tabla de su zona.

Foto: QAC oficial