Se sabía de lo bravo de la parada y Las Leonas no estuvieron a tono con la importancia del compromiso y cayeron en las semifinales de los Juegos frente a Holanda, el mejor equipo del mundo, por 5 tantos a 2. De esta manera, la selección no pudo superar a su sombra negra de los últimos tiempos. La quilmeña Mariné Russo tuvo buena participación en el juego. Ahora, el viernes frente a Alemania por el Bronce.

A esta altura, el duelo entre estos dos equipos se ha convertido en un clásico del hockey femenino moderno. Y las chicas de Gabriel Minadeo, sabían que tenían la oportunidad de quebrar la historia que marca una abrumadora superioridad de las naranjas en los resultados y muchas veces en el desarrollo del juego.

Y esta vez no hubo demasiadas modificaciones en esos aspectos. Principalmente, por la férrea marca que las europeas destinaron a Luciana Aymar y que imposibilitaron hacer la diferencia individual que se le conoce a la ex jugadora de Quilmes y por el asedio permanente de un rival, que cuenta con una estupenda capacidad para mostrarse en un nivel más que optimo tanto en defensa como en ataque.

Por eso, tras una primera parte donde fueron absolutas dominadoras, las holandesas sacaron una distancia de tres tantos que, rápidamente, empezó a definir las cosas. Dos tantos de Maartje Paumen y otro de la veterana Marilyn Agliotti, dejó muy lejos a las argentinas para lo que restaba jugar.

Igualmente, Las Leonas no bajaron los brazos y fueron para adelante sin ideas. Pero todo el tiempo chocaron con la resistencia defensiva de un equipo que nunca se complicó y casi no dio corners cortos en esa etapa final. Encima, preparadas para contragolpear, también supieron como lastimar y con otro remate de Paumen sacaron más diferencia.

Ya jugadas, una buena maniobra de Mariné le sirvió al equipo para llegar al descuento a través de Soledad García. Pero una tarjeta amarilla para Alejandra Gulla fue el tiro del final a cualquier intento de seguir presionando. Y Holanda alcanzó un tanto más por medio de Hoog, dejando en el camino a Vukojicic. Un centro de García y el toque de Gulla le dieron resultado final al partido.

La derrota más dura de los últimos tiempos llegó en el momento menos esperado, menos querido. Pero no hay tiempo para lamentos. En menos de 48 horas esta la chance de colgarse una nueva medalla olímpica del cuello.