Luchó, corrió, sufrió y trabajó mucho el Seleccionado Argentino. Pero después de una semana a puro desgaste, el equipo se dio el gusto celebrar a los grande en el Estadio Nacional quilmeño: los de Pablo Lombi vencieron 4-3 a Bélgica en la final del torneo, con un tanto de Mario Almada a siete minutos del final y luego de remontar un marcador de 3 a 1 en contra cuando promediaba la segunda mitad. Así, se quedó con el único pasaje al Mundial que se disputará en marzo próximo en Nueva Delhi, India.

En partidos en los que se juega mucho, como el disputado este domingo, no adquiere tanta importancia la parte técnica o táctica. Sí, la anímica. Justamente, la cuestión mental fue clave en el desarrollo del partido final, que le permitió a Argentina con una remontada espectacular sobre el cierre del juego, quedarse con el triunfo. Ganas, coraje y corazón fueron motivos suficientes para lograr cambiar la historia.

El inicio fue negro para el representativo nacional, que no encontraba los caminos hacia el arco belga. Para colmo, llegando al primer cuarto de hora, una buena salida por izquierda de Xavier Reckinger con un pase largo cruzado derivó en el primer gol del partido marcado por Cecric Charlier tras capturar un rebote.

Argentina se descontroló, abundaron los intentos individuales y el equipo perdió incluso el orden defensivo que había mostrado a lo largo del torneo. Y en una réplica similar Bélgica anotó el segundo, esta vez a través de Jeffrey Thys.

El descuento de Pedro Ibarra, logrado a través de un corner corto a poco de iniciada la parte complementaria, ilusionó a la buena cantidad de espectadores que se dio cita en el estadio. Pero el gol de Dekeyser pareció cerrar el partido.

Pero, cuando el futuro inmediato del hockey masculino argentino tambaleaba, surgió la garra de estos jugadores que lograron revertir la situación. Primero a través de un penal marcado por Pedro Ibarra, el goleador del torneo. Y unos minutos más tarde llegó el empate de Lucas Vila y el golazo de Mario Almada que desataron la locura en Quilmes.

Argentina volvía a una cita internacional de primer nivel, el hockey masculino sigue vivo. Y Quilmes fue testigo de otra página dorada del deporte nacional.

Los otros premios

Además de ganar la clasificación, el seleccionado argentino obtuvo el premio Fair Play, a la mejor conducta y Pedro Ibarra recibió el premio al goleador del torneo. El belga Félix Denayer fue elegido como el mejor jugador del torneo, mientras que Filip Neusser, de República Checa, recibió el premio al mejor arquero.