Tenía todo preparado para celebrar la primera victoria en el nuevo ciclo, pero se quedó con las ganas. Increíblemente, Argentino de Quilmes no pudo con su homónimo rosarino, luego de haberle sacado una diferencia de tres goles. El equipo se quedó, le dio la iniciativa a su rival, que en los últimos veinte minutos logró una levantada heroica, empatando el juego cuando ya se jugaban cinco minutos de descuento. El Mate perdió dos puntos vitales en su lucha por recuperar terreno.

Se le escapó un triunfo que tenía en el bolsillo y que hubiera sido vital para consolidar su recuperación. Pero los de la Barranca, que ganaban con mucha autoridad promediando la mitad de la parte final, se durmieron la siesta, y por errores propios y algunas virtudes ajenas, le permitieron al Salaíto la posibilidad de llevarse un punto que parecía perdido.

Fernando Rizzo había parado en la cancha una formación característica a su estilo, para ganar en fútbol, algo que el equipo venía mostrando en cuentagotas durante este torneo. Por eso, salió a jugar con Maximiliano Bordón; Dell Orto, Marcos Soza, Matías Bravo; Manes, Facundo Ledesma, Ramón Borda, Grunevald; Emanuel Ibáñez; Luís González y Vivanco. Y todo venía viento en popa cuando a los 15 y 27 minutos del primer tiempo, Vivanco y Grunevald, respectivamente, le dieron una buena ventaja en el marcador.

Ese tramo inicial, solo se vio alterado a los 28, debido al descuento anotado por Martín Villegas. Algo que no repercutió demasiado, porque diez minutos más tarde, Soza volvía a estirar la diferencia para un Mate que se mostraba insaciable cada vez que se aproximaba al arco contrario.

Encima, a los 4 minutos del tramo definitorio, Vivanco marcó el cuarto para los de Rizzo. A esa altura, nadie se imaginaba lo que estaba por ocurrir. Cuando daba la impresión que el cotejo estaba liquidado, llegaría la inesperada e impensada levantada de los rosarinos, con una ráfaga de goles que no pararía hasta conseguir el empate.

El primer atisbo de reacción llegaría a los 26 minutos, con el descuento conseguido a través de Mauro Belén. A medida que pasaban los minutos, los nervios locales comenzaban a acrecentarse, porque el rival se le venía encima y a los 39, Alan Domínguez marcaría el tercer tanto.

En ese momento, Argentino se dedicó a aguantar como pudo la mínima ventaja y cuando parecía que la tenía asegurada (a pesar de la expulsión de Bravo), Nino Palmigiano tomó un rebote en el área en el quinto minuto de descuento, que le permitió concretar una levantada increíble.

Y así al Mate se le cayó todo el castillo que había construido con tanto esfuerzo durante el partido, ya que el empate tuvo sabor a derrota. Para tomarse revancha, tendrá que esperar hasta el domingo cuando juegue en Campana.

Foto: Unidos por el Mate