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Por Luciano Corrao

Y un día le puso punto final a su extensa y exitosa carrera. Fue el sábado 2 de octubre la fecha elegida por Anabel Gambero para decirle chau al hockey desde adentro de la cancha. Jugó un último partido con la Asociación Alemana, en el que se dio el lujo de recibir el cariño de su gente, a través de un homenaje antes del encuentro. En medio de un clima de plena emoción, charló con Deportes en Quilmes.

“Estoy segura que voy a extrañar muchísimo al hockey, pero a la larga me acostumbraré”, aseguró la ahora ex mediocampista, que tiene bien en claro los pasos a seguir de aquí en más: “Nunca podré ser entrenadora. Cualquier cosa que sirva para aportar al club o ayudarlo desde donde me toque, bienvenido sea. Pero nunca se me pasó por la cabeza entrenar a un equipo”.

Gambero tiene 38 años, pero se la ve intacta y en la cancha sigue siendo una fiera, como lo fue durante los años que representó al seleccionado argentino. Entre otras cosas, con Las Leonas ganó el Champions Trophy de 2001 y se trajo la medalla de Plata de los Juegos Olímpicos de Sydney 2000. “El balance final que hago de mi carrera, es muy positivo. El paso por el equipo nacional fue una de las cosas que más disfruté en todos estos años”, comentó.

A pesar de continuar siendo el emblema de las Alemanas hasta el presente, Gambero explicó el porqué de su retiro: “La verdad es que ya me sentía muy cansada, se me hizo muy largo el año. Entre el entrenamiento y los partidos me fui agotando y ya no llegaba a terminar el campeonato. Ahora lo único que quiero es disfrutar de mi familia y en especial de los chicos, que crecen muy rápido”.

Sin embargo, Anabel seguirá jugando al hockey: “Voy a juntarme con las chicas siempre que pueda. Jugaremos algunos partidos, pero a partir de ahora tomándolo como un hobby”.

Mientras la comisión directiva le entregaba una plaqueta y dos ramos de flores, un grupo de jugadoras de inferiores le pedían a puro grito que nunca se vaya. Pero un día Gambero dijo basta y se fue, bajo una merecida ovación por su maravillosa carrera.