Tras haber sumado su tercera caída consecutiva, Quilmes se hunde en el fondo de la tabla y el clima comienza a volverse cada vez más tenso. En la mañana de este lunes, aparecieron pintadas en las paredes de la sede y en el estadio, con un solo destinatario: el actual presidente de la institución, José Luís Meiszner. Por la noche se postergó una reunión que la cúpula dirigencial iba a tener en las oficinas del Dr. Aníbal Fernández.

Fue un comienzo de semana turbulento para el Cervecero. Una nueva derrota, en este caso con Lanús, volvió a dejar huellas. Aunque en este caso, los insultos se transformaron en pintadas, que tuvieron como destino al destinatario de siempre. Gran parte de la parcialidad del QAC reconoce en Meiszner al principal responsable de la actualidad de la institución y se lo manifiesta en toda situación y forma posible.

Por otra parte, no pudo concretarse la reunión que planeaban llevar adelante el actual mandatario, junto a sus vices, Aníbal Fernández y Carlos Coloma. En la misma iba a tratarse la existencia de un déficit operativo mensual de 350 mil pesos en el club.

La Comisión Directiva tuvo una reunión este viernes por la tarde noche y la nota saliente de la misma fue un informe en el que el Presidente les dijo a sus pares que el club sufría tal situación, cuestión que preocupa al punto que pidió ayuda para encontrar soluciones y hasta no descartó un paso al costado en caso de no poder resolverlo.

Ahora, la reunión podría concretarse el próximo miércoles. No está descartada la posibilidad de analizar el futuro futbolístico del equipo, ya que ante otro resultado negativo, Madelón podría dejar su cargo.