Por Leonardo Testa

Quilmes High School y Lomas se jugaban mucho más que tres puntos esta tarde de domingo en la Ribera. Era un partido clave para ambos, con el objetivo de comenzar a despegarse de los últimos puestos de la tabla en que están ubicados. Y todo parecía encaminado en favor del local, que en veinte minutos ganaba por dos a cero… pero no pudo mantener la diferencia. El partido se calentó y dos jugadores del Verde debieron pasar por el hospital.

El QHS debe hacerse fuerte en casa, por eso salió a golpear de entrada, y a los 2 minutos de haber comenzado el partido ya estaba en ventaja. En el primer corto del partido, Melgarejo definió de arrastrada y la bocha entró lentamente al arco custodiado por Ramiro Méndez Bobbio (recibió 29 goles en 10 partidos).

Lomas sintió el golpe, y le costó reaccionar. Sus jugadores erraban pases sencillos, trasladaban más de lo necesario la bocha y no lograban generar situaciones para inquietar al arquero Ignacio López (recibió 25 goles en 10 encuentros). Pero el conjunto dirigido por Walter Di nardo dejó de ser protagonista, retrazó sus líneas, y la visita comenzó a crecer en el juego, haciendo lucir a su arquero.

Hasta que a los 22 minutos, en el segundo fijo para el equipo quilmeño, Melga estiró las ventajas en el marcador. En esta ocasión, el goleador definió abajo a la derecha del arquero que no pudo evitar la segunda caída de su valla. Pero a los 30, Lomas utilizó la misma formula que su rival. En su primer fijo, Santiago Montelli descontó y le puso suspenso al encuentro.

La segunda mitad mostró a los dos conjuntos con propuestas ofensivas, cambiando ataque por ataque. Sin embargo, el golpe lo dio el equipo dirigido por Cristian González. A los 6 minutos y tras una jugada colectiva, Bernardo Callejas empató el encuentro.

Desde allí, el partido comenzó a entrar en un clima áspero. Damián Pérez ya jugaba con un parche adhesivo producto de un corte profundo en su mentón. Y uno de los momentos más tensos del encuentro se produjo cuando Esteban Rognoni se dislocó la nariz (puede ser rotura de tabique). Mientras el jugador era atendido, le afirmaba a los referís haber sentido un cabezazo y si bien sus compañeros se preocuparon y pidieron la asistencia médica, los jugadores, hinchas y el cuerpo médico de Lomas insistían que el juego se reanudará.

Según el reglamento, si un jugador está fuera de la cancha el juego tiene que ser reanudado, aunque la determinación final la tienen los referís. Esta situación fue muy tensa, ya que se cruzaron fuertes diálogos entre los técnicos, los jugadores y los simpatizantes de los dos equipos. Después de unos minutos, la bocha se puso en juego pero el partido ya no era el mismo. A tal punto que Leonardo Más se fue expulsado por pegarle un codazo a un jugador rival.

Los jugadores estaban calientes y nerviosos porque se jugaban más que tres puntos, pero estas situaciones impidieron que llegaran con peligro a los arcos y por eso el marcador no se volvió a modificar.