Los flashes brillaron en el Rooftop Garden Downtown Manhattan de Nueva York para la presentación del combate del 1º de octubre en el que Sergio Martínez expondrá su faja Diamante ante el invicto inglés Darren Barker. Sin embargo, la vista de Maravilla apuntó mucho más allá de esas cámaras: “Tengo en mente noquear a Barker antes de seis rounds para quitarlo del medio y enfocarme plenamente en recuperar el título de los medianos”. Todo un mensaje para Chávez Jr. y el CMB.

La velada tendrá lugar en el Broadwalk Hall de Atlantic City y lleva el nombre de “Noche de Maravilla” pero es, a las claras, mucho más relevante para las aspiraciones de Barker (23-0-0 / 14 nocauts) que para las del quilmeño.

Esto se debe a que no solo será la primer experiencia internacional para el campeón británico y europeo de los medianos, sino también su oportunidad de mostrarse frente a una de las estrellas mundiales del boxeo actual. Por el contrario, se sabe que Martínez (47-2-2 / 26 nocauts) tiene dos obsesiones para el futuro inmediato de su carrera: consolidarse como el mejor libra por libra y recuperar lo antes posible su corona de los Medianos que el CMB le arrebatara desde un escritorio.

Es por eso que, para Maravilla, este choque significa solo un trámite previo antes de poder verse las caras con Julio César Chávez Jr., actual titular de su división. Y, en sus ganas, el argentino no se anda con vueltas y fue duro contra El Hijo de la Leyenda: “Me dijeron que Chávez tiene derecho a una defensa y luego, la obligatoria conmigo. Su obligación es enfrentarse a los mejores, pero no estoy tan seguro de que quiera la pelea". Por si fuera poco, luego de estas fuertes declaraciones, exigió al Consejo que desafilie al azteca en caso de que éste no acepte poner en juego su título en el transcurso de 2012.

Maravilla quiere volver a reinar.