Por el flojísimo nivel mostrado a lo largo de los noventa minutos de juego, Quilmes cayó merecidamente en su estadio ante el humilde elenco sanjuanino. En apenas una semana de diferencia, los dirigidos por Ricardo Caruso Lombardi volvieron a involucionar, retrocedieron varios casilleros y dejaron un imagen alarmante de cara al futuro. Por malos rendimientos individuales y colectivos, el Cervecero se mostró inerte para encontrar respuestas…desamparado y a la deriva futbolísticamente hablando.

Fue una tarde para el olvido para el Cervecero. Sin ideas, sin claridad, sin volumen de juego, solo con la sana intención de corregir tantas fallas con amor propio, pero que no sirvió para encausar un encuentro que, más allá de sus flojos reiterados flojos rendimientos, mostró por lejos su peor imagen en lo que va de la temporada.

A pesar que la lógica lo mostró más activo en los primeros instantes del juego, su poca profundidad y la falta de claridad a la hora de moverse con la pelota, permitió que la visita lentamente se vaya animando a ser más protagonista de las acciones. Por eso, durante todo el tramo inicial la pelota estuvo más cerca del arco de Trípodi que del de Giordano.

Primero los de Bonetto intentaron pro arriba pero no pudieron y en la primera que pudieron combinar tres o cuatro toques con profundidad, Iván Drocco quedó mano a mano con el arquero y definió de gran manera, con tres dedos y al segundo palo. Gol y baldazo de agua fría en el estadio. Aunque, a esa altura no se tratara de una sorpresa.

En medio de un clima de reprobación que ya comenzaba a sentirse en el aire, Caruso apostó a los cambios de figuritas para el segundo tiempo. Pero nada cambió con los ingresos de Lucas Rimoldi y Martín Cauteruccio. El equipo fue para adelante pero solo con ímpetu ante las necesidades que reflejaba el tanteador, ante un Desamparados que se le daba terreno y pelota.

Así y todo, encontró un cabezazo de Leyes que dio en el travesaño y un tiro libre de Cautera que, tras un mal calculo de Giordano, también dio en el horizontal. Poco, muy poco para un conjunto que busca ser protagonista del torneo y era local ante un adversario, supuestamente inferior.

Y los minutos fueron pasando, el QAC se fue enredando cada vez más en su confusión y en la desesperación de la gente (NdeR: Caruso tuvo un fuerte cruce ante un hincha que se acercó a increparlo desde la platea y que después fue separado por otros simpatizantes). No pudo con tantos nervios y se entregó a la cruda realidad.

Fue derrota, pero es lo que menos preocupa. Porque el Cervecero tuvo un pésimo rendimiento, dejando a la vista que nada pudo corregir en su andamiaje desde agosto hasta ahora. Eso si molesta y confunde. ¿Para que está este Quilmes? No se sabe, por ahora es un elenco más de este irregular campeonato.