No se trataba de una batalla futbolística más. Era un partido que había que ganar para consolidar el objetivo, y Quilmes finalmente se pudo dar un gusto grande. Es que, el elenco dirigido por Ricardo Caruso Lombardi derrotó a un rival directo, acercándose a una unidad de los tres punteros que ahora tiene el torneo y separándose del segundo pelotón de candidatos. Frente a un rival duro y complicado, el Cervecero se fue soltando lentamente y en el segundo tiempo justificó el resultado, con tramos de buen nivel individual y colectivo.

Intenso, luchado, peleado, por momentos bien jugado, pero con un ritmo intenso, como si se tratara del torneo de Primera División. Así fue el compromiso que jugaron el QAC y Boca Unidos en el Centenario. Los dos equipos se prodigaron por el espectáculo y no especularon, ni recularon sobre sus posibilidades. Quizás, sabiendo que el botín ante una victoria era muy suculento.

En medio de este panorama, inclusive fue la visita la que comenzó mejor. Con un Cristian Núñez trabajando bien como pivote y contando con una situación inmejorable para convertir. El equipo de Caruso recién comenzó a soltarse a partir del primer tanto: una buena aparición de Germán Mandarino, que fue a buscar un corner al primer palo y se anticipó a todos.

De ahí y hasta el final del tramo inicial, Quilmes lo podría haber liquidado. Martín Cauteruccio contó con dos situaciones claras (un mano a mano que le tapó Sessa y una definición con el taco, tras centro de Telechea que pasó cerca del palo), pero las desperdició y le dio una vida más al rival. Y los correntinos no la desaprovecharon, y en la última corrida de la etapa, aprovecharon un rebote a favor y Núñez mandó el balón de palomita al arco, luego de un centro de Lagrutta.

Pero a esa altura, el Cervecero ya era otro. Con la solvencia mostrada por Wilfredo Olivera en la defensa y el buen ida y vuelta de Mandarino, el equipo entendió que pese a los cambios, mantenía la seguridad en el fondo, y en el segundo tiempo fue más que Boca. Amigado con la pelota, tomó un rol protagónico en busca de la victoria. Y Cauteruccio tuvo una tercera chance que no desaprovechó: Telechea recuperó una pelota a toda potencia, abrió para Caneo que metió un pase en cortada para la definición del uruguayo.

Con la ventaja, el partido se le tornó aún más a favor. Y si no hubiese sido por la falta de definición a la hora de la puntada final, el marcador abría sido más amplio. En los instantes finales, y con el QAC blindado en defensa, los correntinos fueron por un empate milagroso, pero la solidez defensiva, sumada a las buenas apariciones de Trípodi, le permitió conservar la diferencia.

Así, Quilmes volteó a un rival pesado: Boca Unidos marchaba quinto, apenas un punto debajo de suyo en la tabla, y consiguió separarse del segundo pelotón de rivales que quieren sumarse a la pelea. Pero además, logró acercarse al trío de punta y mantenerse más firme en uno de los puestos de Promoción. Una buena forma de dejar en claro que quiere un lugar entre el lote de candidatos.