En el transcurso de estas entregas acerca de la formación de un tenista júnior hemos analizado los aspectos filosóficos del trabajo a desarrollar y desmenuzado tres de los cuatro pilares (Técnica y biomecánica, Táctica y estrategia y Preparación física) en los cuales basar dicha labor. En esta columna final nos centraremos en el último de estos eslabones. Uno que, con solo ver a los jugadores ATP de la actualidad, demuestra haber cobrado mayor importancia que todos los anteriores. Se trata nada menos que de la psicología, es decir: el Entrenamiento mental.

Por más ilógico que parezca, a pesar de la relevancia que tiene la psicología hoy en día en los deportistas de elite, e inclusive observando claros ejemplos como los de Roger Federer o Rafael Nadal, todavía hay quienes preguntan:

- ¿La mente se entrena?

- Sí.

- ¿El entrenador de tenis trabaja el aspecto mental con su jugador?

- Sí

- ¿Cuándo?

- Todo el tiempo: cualquier palabra o frase del entrenador hacia el jugador es entrenamiento mental, antes, durante y luego de un partido.

En el día a día hay que planificar sesiones de entrenamiento para desarrollar las habilidades mentales de un jugador así como las técnicas, biomecánicas, tácticas y físicas. Entonces, ¿qué contenidos tenemos que trabajar? Para un mejor orden, los dividiremos en cuatro puntos bien claros:

1º Concentración.

2º Motivación.

3º Control emocional.

4º Auto confianza.

Es importantísimo trabajar el aspecto mental desde el primer momento en que comenzamos a entrenar a nuestro jugador y, obviamente, continuarlo luego durante toda su carrera.

El entrenador debe aplicar el mismo tiempo al trabajo mental que el que dedica para las otras cualidades. Es más, a mayor nivel, mayor será la presión: más cosas en juego, más gente, prensa, opiniones… momentos de tensión en los cuales la carga mental es un factor determinante dentro y fuera de la cancha. Entonces, el jugador debe encontrar su descarga mental para no perder el enfoque por el cual él está allí, que es el de ser un jugador de tenis, un deportista que ama lo que eligió.

Queda mucha información por compartir, muchos datos por analizar. Este fue un breve relato de un simple profesor de educación física y tenis acerca de cómo ve la apasionante tarea de formar personas a través del deporte.

A lo largo de esta serie de notas he mencionado muchas veces una palabra que es disparadora para la frase fina: FORMAR. Lamentablemente, en Argentina no hay ninguna ley que regule que un profesor de tenis sin título no pueda dar clases, entonces cualquiera puede enseñar. Sin embargo, siguiendo con lo dicho anteriormente, se desprende que si bien cualquiera puede enseñar una derecha, pocos están en condiciones de realmente formar a un deportista, a un jugador de tenis, teniendo en cuenta todos los importantes factores desarrollados en estas columnas.