Anoche, en un combate plagado de polémicas, Sergio “Maravilla” Martínez consiguió su primera defensa del título interino de los Superwelters (CMB) ante el puertorriqueño Kermit Cintrón en el "BankAtlantic Center" de Florida, Estados Unidos. El quilmeño fue muy superior a su retador, al que incluso llegó a noquear, sin embargo la pelea llegó a los 12 asaltos y terminó con un ridículo empate en fallo dividido. Los memoriosos dicen que hacía mucho que no se veía un robo tan alevoso.

El duelo Martínez-Cintrón fue el principal combate de respaldo de la velada “Masacre de San Valentín”, organizada por el mediático promotor estadounidense Don King, y había mucha expectativa puesta sobre ella. Las apuestas estaban 2-1 a favor del argentino. Favoritismo que “Maravilla” confirmó a base de boxeo rápido y técnico, causando muchos problemas al boricua.

Luego de un comienzo dubitativo, a partir de la tercera vuelta, Martínez tomó el control del combate: boxeó, lanzó los mejores golpes y, en el séptimo asalto, hasta envió a la lona a Cintrón gracias a una potente combinación de jab y un recto de izquierda que se estrelló en el mentón de boricua, quien todo el tiempo intentó ensuciar el pleito y adujo que había recibido un cabezazo.

Lo cierto es que tal cabezazo nunca existió y el árbitro Frank Santore Jr. hizo el conteo de 10 y la paró cuando justo sonó la campana. Parecía que el pleito llegaba a su fin por la vía rápida y la esquina del quilmeño festejaba, sin embargo, la Comisión Técnica de La Florida obligó a continuar el combate debido al campanazo. Desde ese momento, “Maravilla” debió concentrarse aún más para poder seguir con el plan de pelea y lo consiguió dominando el resto de los rounds.

En la última vuelta hubo otra polémica cuando el árbitro le descontó un punto por golpear atrás de la cabeza a un desubicado Cintrón que, como táctica, cada vez que recibe más de un impacto en su rostro acostumbra agacharse más de lo habitual.

Culminado el combate y, a pesar del punto menos, nadie podía imaginarse que Martínez no fuera el claro ganador. Sin embargo, habría más sorpresas en la noche del BankAtlantic Center cuando el presentador leyó las tarjetas de los jueces que decretaban un ridículo empate: Tom Kaczmarek 116-110 a favor de “Maravilla”, mientras que Ged O’Connor y Peter Trematerra coincidieron en un increíble 113-113.

El público abucheó el fallo, los foros de fans del boxeo están que arden y los medios especializados norteamericanos ya hablan directamente de un robo contra Sergio Martínez quien quedó con un record de 44-1-2, con 24 nocauts, a la espera de poder unificar su título contra el actual monarca absoluto de la categoría, Vernom Forrest.

“La pelea se terminó cuando lo noqueé la primera vez así que gané dos veces”, declaró con mucha bronca “Maravilla”, incrédulo ante lo que pareció una verdadera película de ladrones.